2003-07-29 17:27
La internet es que ya no respeta nada. Acabará con la familia, con la religión, con las charletas con los amigos en el bar, pero es que ya no respeta ni lo más sagrado del suelo patrio. Los cuñados.
Los cuñados, o hermanos políticos, han sido una institución tradicional a la que acudir en caso de necesidad de conocimiento. ¿Necesitas hacer un gotelé? Invita a un par de cervezas a un cuñado (los cuñados siempre beben cerveza, y habitualmente en gran abundancia), que te vaya dirigiendo mientras tú lo haces. ¿Necesitas comprarte un coche nuevo? Siempre hay un cuñado que te explicará que es mejor que te compres el Ebro Siata 800 de segunda mano, que salen tan buenos como los de primera, y que además tiene a otro cuñado en un taller que te lo puede repintar por cuatro euros (la relación cuñadil no es transitiva, pero se puede usar hasta el 3er o cuarto grado). ¿Quieres ir en coche a Madrigal de las Altas Torres, minimizando tiempo y/o consumo y/o multas? Tu cuñado te explica con pelos y señales, indicándote además cuales son los bares del camino que ponen los mejores bocatas de queso con pimiento frito.
Por eso es triste que ahora, con la internet, se estén haciendo innecesarios. Un mensaje en una lista de correo, un vistazo a google, un par de clicks de ratón en la
Guia Campsa, y se acabó, tienes todo el conocimiento que necesitas.
Ahora no serán tan necesarios. Pero se seguirán tomando tu cerveza.
Conste que esto es una reflexión general y jocosa, y no particular, y que yo aprecio muchísimo a mis cuñaos y cuñás, y que generalmente me bebo yo más cerveza de ellos que ellos de mí