2003-09-09 20:10
Eso dice
esta noticia, algo antigua, que le asigna la patente, como es natural, a Microsoft. Evidentemente, siendo del satírico
The Onion, no hay porqué creérsela. Pero la de que
Buffalo Bill, el de las películas del oeste del mismo nombre, inventó el bit parece que sí, porque el sitio donde lo pone tiene una pinta bastante seria y nada endogámica. O la de que
Microsoft ha tenido que pagar un porrón de millones a una compañía desconocida (via
Slashdot ,
Denken Über y
Barrapunto) por usar los plugins en el Internet Explorer, es decir, ese mecanismo por el cual se pueden reproducir películas, o animaciones Flash, también parece una cosa seria.
Lo que ha permitido a esa empresa desconocida denunciar a Microsoft es una patente de software. Una patente es un mecanismo legal por el cual, cuando uno tiene una idea, puede ir a registrarla a la oficina de patentes, y obtener exclusividad sobre su explotación durante un número determinado de años (no sé cuantos son, pero muchos). Es un mecanismo más fuerte que el de derecho de copia, o copyright, por el cual uno no obtiene exclusividad por una clase de objetos, sino por un ejemplo físico de un objeto: un libro, una canción, una película, un plano. Para conseguir una patente, no hace falta siquiera que uno "haga" nada, salvo el hecho de tener la idea y rellenar un montón de papeles, pagándole por el camino, seguramente, a algún
abogado.
Sin embargo, hasta ahora, eso que sucede en Estados Unidos, patentar el software o la idea, el algoritmo, no es legal en Europa. En Europa no puedes patentar un método para hacer algo, un proceso de negocios, o una estructura de datos que hayas hecho en algún programa que te parezca tremendamente ingeniosa. No es que sea ilegal, es que es alegal. Puedes registrar un programa realizado, su código fuente, sus manuales, sus pantallazos, y todo lo que se te ocurra, en el registro de la propiedad intelectual; si alguien te lo copia, incluso si es el mismo Microsoft, puedes denunciarlo. Pero si has ideado un método de ventanas holográfico, o un ingenioso método por el cual los mensajes de error en el ordenador se indiquen con calambrazos a través del ratón, no puedes patentarlo. Puedes patentar el ratón que da calambrazos, o con dos bolas, para el caso. Pero no el método para dar calambrazos.
Claro, se ve que a alguien le entró ganas de patentar este tipo de cosas, o quizás, simplemente, de no ser menos que EE UU y Japón, así que vio la necesidad de implantar patentes de software en Europa, y
envió un estudio, que se convertiría en proyecto de ley, al Parlamento europeo. Y en
esa lucha estamos.
De hecho, existen argumentos a favor y en contra de las patentes de software; en Estados Unidos existen, y la mayoría del software procede de allí. Existen las patentes de cosas normales, y siguen una serie de reglas, que más o menos evitan que se puedan patentar chorradas (aunque no siempre funciona, como el que patentó
el método de balanceo del columpio. Un sistema que permitiera patentar algoritmos, y que funcionara bien, permitiría a muchos pequeños empresarios, y quizás a simples personas, patentar sus ideas, de forma que puedan recibir una remuneración por las mismas.
Lo que ocurre es que un sistema que funcione bien es casi imposible. Las grandes empresas tienen más y mejores abogados que las pequeñas, y, lo que es más, las grandes empresas americanas tienen abogados y patentes en sacos en cada esquina, y están esperando que se apruebe cualquier directiva europea, para desembarcar inmediatamente y patentar todo lo patentable. Además, las oficinas de patentes no son siempre el sitio donde están los mayores expertos en la materia (imaginaros, hasta Einstein sacó las oposiciones para trabajar allí), y es muy posible que se les cuelen muchas cosas que, en justicia, no deberían de ser patentables. Por eso se han desatado una
serie de protestas, esperando que el Parlamento Europeo vote que no a esta directiva (que, como todas las directivas, los paises tendrían que implementar tarde o temprano.
Debido a las protestas surgidas en toda Europa, el Parlamento Europeo decidió retrasar la votación
hasta un futuro próximo (via
Barrapunto). Así que
infórmate, fórmate una opinión, y obra en consecuencia. Que, dicho sea de paso, ya podía preocuparse el Parlamento por otros problemas más acuciantes, como
el correo basura,
pongamos por caso.