2003-09-16 11:08
Siempre es difícil predecir algo, sobre todo el futuro, pero vamos a intentar predecir a medio y largo plazo qué puede pasar con la industria discográfica y, en general, con el negocio de la música; porque lo que está claro es que algo está cambiando, y que, como no espabilen, se les va a ir hasta el aire que respiran.
Dos cosas están claras, más o menos: primero, sea cual sea el futuro, tendrá que consistir en vender algo; y segundo, que lo que se venda tendrá que ser no pirateable.
No acabo de estar de acuerdo con
este artículo del NYTimes, que afirma que haya lo que haya, estará gratis en Internet. No es que no sea cierto, es que será solamente parte de la historia. Haya lo que haya, tendrá que ser de pago; porque tanto los artistas como todo el entramado alrededor de ellos, tendrá que ganar dinero.
Habrá que ver entonces qué es lo que se paga: hay gente que paga por ver periódicos en Internet, a pesar de haber otros muchos que son gratis, y hay gente que paga por ir al cine, y cada vez más, a pesar de tener el screener en Internet gratuito, y los DVDs con el mismo en el top manta. Lo que se paga es el acceso inmediato a la información (en el caso de los periódicos) y la experiencia personal/colectiva (en el caso del cine, el hecho de ver la película es parte de lo que se paga, no todo).
Las discográficas tendrán que hacer algo por el estilo. La música se está independizando del soporte, y ya no tiene sentido seguir con la estructura del LP de 33 rpms con 10-12 canciones. Los fans pagarían por tener acceso inmediato a lo que se paga, incluso a las mezclas previas; cuanto más se ponga a disposición de los fans, mejor; y cuanto antes se pueda dar al fan, mejor. A las 3 horas, probablemente lo tenga todo el mundo, pero el acceso rápido se paga (hasta
Slashdot cobra por acceder antes de tiempo a las noticias en portada).
En cuanto a la experiencia individual, las bandas ya tienen los conciertos. Pero, claro, una banda no puede estar más que en un sitio en un punto determinado. Eso puede cambiar. Usando videoconferencia, y el montaje adecuado, los conciertos se podrían dar simultáneamente en dos o tres sitios; no sería lo mismo, pero, hasta cierto punto, la banda en un concierto importa relativamente: importa la experiencia, encontrarte con otra gente a la que le gusta lo mismo, oir canciones que conoces... de esa forma puede haber más ganancias para la banda, y también para la discográfica/management/etc que va alrededor de ellos.
Las discográficas tendrán que optar también por crear bandas totalmente de diseño (ya lo hacen), con un impacto mediático fuerte, y que además no se suban a la parra y exijan demasiado porcentaje de las ganancias. En ese caso, la banda pierde todo el control creativo y de su gira, y la discográfica gana bastante más. Puede llegar hasta el punto de crear bandas sin banda:
idorus, personajes virtuales, alrededor de una sola canción o un grupo de canciones, que actúen solamente en espacios publicitarios, y con los cuales se consigan vender otras cosas. ¿Suena raro? ¿Qué son las Tanga Girls, si no?
Habrá que buscar también otros soportes: CDs se venden cada vez menos, pero tonos para el móvil cada vez más; lo bueno que tien eeste soporte es que es de pago: te bajas el logo, y pagas; lo quitas, pones otro, y pagas, y si vuelves a poner el primero, vuelves a pagar. Pagas poco, por eso a la gente no le importa demasiado. Ya hay quien dice que
los tonos van a salvar al negocio de la música, y hasta cierto punto, estoy de acuerdo.
No solo eso, sino que se potenciará el negocio alrededor de la música: las discográficas y los artistas tendrán mayor control del merchandising. Ya no solo habrá camisetas con un logotipo, sino verdaderas
líneas de diseño de ropa, como el Shady Gear de Eminem, que usarán la mitomanía alrededor de un ídolo para aprovecharse de él. Si hubieran sacado una línea "Rosa de España" los de OT, se habrían forrado (más todavía).
También las discográficas se pueden beneficiar, en vez de atacar, los medios de distribución de música. Ya lo hacen: empresas como
BiogChampagne venden a las discográficas las tendencias que detectan en los sistemas de descargas de música. ¿Que la gente se descarga mucho a Limp Bizkit en Mondoñedo? Llaman a la radio, para que pongan más su música, lo cual redundará en ventas; incluso lo pueden incluir en una gira promocional. La información vale dinero, y las discográficas pueden aprovecharse de esa información para ganar más dinero.
Habrá también grupos que, directamente, no graben, sólo actúen en directo. Se libran así de la discográfica, y siempre pueden comercializar DVDs y la música de los conciertos, o emitirlo por radio. Se quitan así de enmedio la discográfica, y confían en los propios fans para distribuir su música.
Otra opción, por supuesto, es tratar de denunciar a todos y cada uno de los que se hayan bajado música por internet, pero más barato sale sacar una línea de gorras de Linkink Park, y seguro que se gana más dinero.
En fin, que los tiempos cambian, y el negocio debe variar; como decía el sobrino del Gatopardo, todo debe cambiar, para que todo siga igual.