2003-09-19 20:12
Ya que vamos de series, voy a comenzar una nueva serie, que no sé cuánto jugo me dará, ni cuánto durará: promesas incumplidas por la internet. Yo no sé qué os contaron cuando os metieron en la Internet, u os metísteis vosotros solos, pero a mí me daba la impresión, pardillo yo, de que era un sitio con muy buen rollito donde, además, todo el mundo iba a ganar un montón de dinero sin darle un palo al agua.Para muchos, el comienzo de la internet vino con el correo electrónico, a finales de los 90, bien en alguna de las redes conectadas a Internet, como Bitnet, o bien a través de BBSs conectadas entre sí; algunos incluso con conexión directa. Y uno se acordaba de cuando estaba en una organización juvenil y se metía en una red de Pen Pals, amigos por correo, y se escribió un par de veces con unos hermanos de Trinidad y Tobago.
Pensaba que la internet iba a ser algo así, pero más rápido. Ibas a entrar en Internet, e ibas a empezar a escribirte con gente de Turquía, alguna república soviética o África subsahariana; a través de ello, ibas a conocer otros pueblos, otras costumbres, y del conocimiento iba a venir la comprensión, y, lo dicho, la paz mundial.
Algunos incluso lo intentaron; véase
este mensaje que trataba de parar la guerra entre Perú y Ecuador. Bueno, de hecho, lo siguen intentando.
Y al principio, de hecho, pasaba algo de eso. No era inhabitual recibir algún mensaje de algún amigo, o paisano, o ni lo uno ni lo otro, que se conectaba a Internet por primera vez, y, entusiasmado, mandaba mensajes a todo el mundo. De eso hablé en
esta primera Atalaya (la primera que, como tal, se emitió por la radio), de la que hace unos seis años.
Será que nos vamos haciendo viejos, o será que la internet también se va haciendo vieja, o serán las dos cosas. El hecho es que ya no existe ese espíritu de "reach out and hug a friend", de explorar, de conocer cosas nuevas. No sé, quizás la gente que entre nueva sí lo tenga, pero también tienen suficiente con escribirle a sus amigos, charlas con ellos con el MSN y el IRC y todo eso, y ver las páginas web de su serie favorita, para ponerse a buscar cosas nuevas. Es ya tanto lo que hay, que un solo sitio web necesitaría una vida entera para explorarlo...
Aparte que también descubres que, una vez conocido a alguien de Mongolia exterior, puede ser tan aburrido como tus colegas de toda la vida. Así que, ¿para qué moverse?
En fin, una promesa incumplida. Y sólo es la primera.