2003-10-09 17:10
No falla: comienza el mes de octubre, y se combina la vuelta de la gente a la universidad con las primeras lluvias, y, catacrás (u otra onomatopeya indicativa de catástrofe):
acojoatasco de un par de horas que te hace estar más tiempo en el coche que mismamente trabajando.
Pero eso no fue lo que nos prometieron. Casi desde el principio de los tiempos interneteros se viene hablando del teletrabajo. Pero también de los atascos. Yo, en la vieja atalaya, reclamé
teletrabajo obligatorio y comenté la
influencia positiva en la economia clintoniana americana.
Es que, en teoría, el teletrabajo está muy bien. Yo mismo lo practico una vez a la semana. Ahora mismo, de hecho. El ordenador que tengo en mi casa es más potente que el que tengo en mi despacho (de hecho, más que cualquiera de los que tengo acceso), y cuando hay que hacer algo de machacar muchos números, a casita. La internet va un poquitín más lenta, pero tampoco es como para echarse a llorar (una lagrimita, sí). Si es así, ¿porqué no lo hace todo el mundo?
Para ser justo, hay muchas empresas que lo permiten; muchos profesionales, sobre todo autónomos, trabajan en su casa, pero para captar clientes tienen que ir personalmente a hablar con ellos, con lo cual, la ventaja del teletrabajo, se ve bastante diluida. Pero la mayor parte de las empresas, eso de que esté el currito en casita, tan agusto, con el tecito, las pantuflas, que salga a comprar churros y el periódico, pues como que no le va mucho. La mayor parte de las empresas tienen la mentalidad de tantas horas echas, tanto vales (en vez de tantas cosas acabas, tanto vales), y las horas hay que verla, hay que ficharlas. Así que de teletrabajo nada.
Pero la que tiene más culpa son las administraciones. En ciudades de provincias, como en la que me hallo, la administración es el patrón número uno, y mientras la(s) administración(es) no permitan el teletrabajo, desde los niveles administrativos más bajos hasta los técnicos, el teletrabajo no irá a ningún sitio.
Curiosamente, se han publicado unos cuantos artículos sobre el tema recientemente:
este, en telépolis, presenta un panorama del mismo en nuestro país,
CC OO protesta porque la implantación del teletrabajo en Páginas Amarillas supone el despido de gente, y
este habla de ls experiencia personal de una teletrabajadora. Y si quieres saber más,
el portal español del teletrabajo, con ofertas y artículos. Está claro que hay un impacto en el mercado laboral, pero no lo suficiente como para que lo note el tráfico en las grandes ciudades.
O sea, que seguiremos con los atascos.