2003-10-14 21:15
Metafóricamente hablando, claro... la LSSICE, Ley de Sociedad de Servicios de Información y Comercio Electrónico, cumple justamente un año. Y
hace justamente un año hablaba yo del tema, recién puesta en vigor (lo que sucedió el 12 de octubre de 2002). En esa ley, se trataba de implementar una directiva europea sobre el comercio electrónico y la sociedad de la información, que ahora no puedo encontrar. A raíz de ello, se montó una gran campaña de cierre de webs, y se hicieron una serie de
análisis legales, generalmente negativos, por parte de abogados que, posteriormente, trataron de sacar su dinerillo (a lo cual tienen todo su derecho) vendiendo auditorías sobre el tema.
A mí, todo aquello no me parecía para tanto. En aquel artículo decía:
[mi opinión] La diré en dos frases: una, no es para tanto, y dos, no está tan mal.
Y efectivamente, parece ser que
la ley no ha servido de mucho. Para empezar,
faltan reglamentarse partes de la ley (ya se sabe, a cada ley sigue una serie de reglamentos que dicen en concreto como tiene que aplicarse). Para seguir, en realidad
no se ha aplicado en ningún caso. El ministerio ha denunciado en un par de ocasiones, pero en ambas el juez ha desestimado la denuncia. Y, por supuesto, no se ha censurado a nadie (que se sepa, al menos).
Pero también dije que tenía aspectos buenos: la regulación del comercio electrónico, por ejemplo, y la reglamentación del correo basura mediante opt-in (autorización expresa del receptor). Pues bien, en eso tampoco ha servido para nada. Los chiringuitos de comercio electrónico siguen haciendo de las suyas, y el resto del comercio electrónico no acaba de despegar. Y sobre el correo basura, para qué hablar. Sólo ha servido
para generar correo basura solicitando permiso para enviar correo basura (o sea, metaspam).
Como las leyes no están escritas en piedra berroqueña, yo creo que es el momento de plantearse la reforma de la misma, junto con la reglamentación, y una implementación efectiva. Y como es época de elecciones, que es cuando parece que los políticos escuchan a sus votantes, pues es el momento de volver a hablar de la LSSI, y que cada uno se forme su opinión sobre el tema.