2003-10-30 02:53
Es curioso que hayan aparecido simultáneamente diferentes noticias relacionadas con la radio:
ArturoBuendía habla de la pujanza de las radios en Internet; la
radio XM, radio digital via satélite,
alcanza un millón de suscriptores. Parece que la radio, en sus múltiples encarnaciones, tiene futuro, sobre todo si es digital.
Pero también ha aparecido esto:
¿Quién necesita la radio? (via
slashdot), refiriéndose a los miles de modos diferentes de conseguir la música que a uno le gusta, o bien escuchar música nueva: sistemas de intercambio de ficheros, sitios legales de descarga de música, sitios que no lo son tanto, y la tele, claro, en alguno de sus múltiples canales.
Estamos hablando, claro está, de la radio musical; todavía no se puede bajar uno el entretenido debate entre José María Calleja, Tamames y Juan Alberto Belloch que ha habido esta mañana en Onda Cero (aunque es cierto que lo puedes escuchar por Internet). Incluso la televisión está mutando, y dentro de no mucho, se desenchufará la televisión analógica y sólo se podrán recibir canales digitales.
¿Tiene los días contados la radio? Yo soy un gran aficionado, ahora mismo escucho, como de costumbre, radio 3; me sirve para enterarme cuando
Baby Horror saca un nuevo CD, o descubrir nuevos grupos como
Junior Senior. Lo que ocurre es que sistemas de intercambio tales como el Napster llevan a cabo un
filtrado colaborativo que te permite también enterarte de cosas nuevas, a través de los chats que llevan emparejados, o, simplemente, buscar algo que ya tiene uno y ver qué otras cosas tiene el sitio donde se ha encontrado. Así descubrí, por ejemplo, a Mamá Ladilla.
Lo cierto es que las nuevas radios por Internet, generalmente, van dirigidas a un público muy estrecho. En realidad, van hacia un público de uno solo, quien lo crea, con sus gustos únicos (y colección de música única, claro). La ventaja que tienen es que pueden hacerlo: un programilla servidor, una lista de reproducción, y andando. Y la ventaja también es que puede haber tantas radios en Internet o por satélite como se quiera: la radio analógica está basada en el concepto de la escasez de las frecuencias disponibles, que se subastan y conceden al mejor postor (y si es amiguete, mejor). En la radio por Internet, lo único escaso es el número de oyentes.
Yo creo que, al final, la radio es necesaria, tanto la analógica como la digital. Por mucha tecnología inalámbrica que haya, las ondas analógicas de alguna emisora te acompañarán, por ejemplo, cuando vayas conduciendo por medio de las llanuras de Ciudad Real o en medio del Puerto del Escudo. O con el loro puesto en el autobús.