2003-11-01 04:47
Y no me refiero a
Almeida el de 24, muchacho que me cae muy bien, porque es de los pocos que no asesina y apenas tortura a nadie en la serie, sino a Carlos Sánchez Almeida, que ha publicado una serie de artículos en
Kriptópolis. El que me interesa es el
tercero, titulado Libertad de expresión: Un Winston Smith en cada periódico. Lo encontré en
la bitácora de Arturo Buendía, que día a día nos viene dando muestra de su buena labor. También lo comentan en
libro de notas (
pero el cuarto de la serie este apunta al cuarto de la serie, pero han ido comentándolos todos. El que nos ocupa se comenta
aquí) y
Caspa.tv (toda la serie, pero principalmente el último).
Después de leer un par de veces el artículo, sólo puedo preguntarme ¿Esoquesloqueeeees?. Vamos, que no me he llegado a enterar qué es lo que pretendía transmitir con el artículo. Empieza hablando del derecho a la libertad de expresión, luego de como se restringe ese derecho en algunos periódicos, por lo que los periodistas tienen que montar weblogs, que, por cierto, parece que nadie actualiza, y los que lo actualizan, son cortando pegando, pero da igual, porque los weblogs más visitados son de periodistas, porque, además, los periódicos, ellos mismos, se censuran, ah, no, que es el Partido Popular que aprobó la LSSI (que él mismo había dicho, no hacía mucho, que prácticamente no se había aplicado) y, además, ha asfixiado económicamente a los medios digitales en internet.... ¿Me he dejado algo? En serio, me he perdido.
Pero bueno, entresacando frases, hay alguna que otra perla:
Se puede crear una página web con muy pocos medios, pero mantenerla activa, dotándola de contenidos interesantes, requiere trabajo y constancia. Cada día surgen en Internet miles de weblogs, miles de iniciativas donde cada internauta intenta expresar sus opiniones. Con el tiempo, 90 de cada 100 serán cerrados por falta de ideas. De los 10 restantes, 9 malvivirán copiando y pegando textos escritos por otros. Y de aquellos que finalmente sobrevivan, habría que analizar cuántos son gestionados por periodistas profesionales que intentan escribir en Internet aquello que ha sido censurado en el periódico para el que trabajan.
Eso es tomarse el
informe Perseus por la tremenda. Bueno, al final, tiene razón, no hay mal que cien años dure, ni weblog tampoco, pero es que, con el tiempo, el 90 por 100 de cualquier cosa se acaba abandonando, caray. Hasta las enciclopedias de sopotocientos fascículos. Y si 9 de cada 10 restantes viven de cortar y pegar, sólo queda uno con contenido original. ¿Y quién es ese buen muchacho/muchacha que pone contenido original continuamente? Un periodista, pero no uno cualquiera, sino uno que han censurado en un medio de comunicación. ¿Cuántos weblogs quedan que no sean de periodistas, o de periodistas no censurados, ni de cortar y pegar? Me salen muy poquitos, la verdad. De los
5000 que hay en España, a todo tirar, que haya 20 (menos de un uno por ciento). A ver, quien crea encontrarse en este grupo, que levante la mano.
El artículo da mucho más de sí. Pero lo dejaremos para otro día.