2003-11-01 17:42
Continuamos
esta crítica a
el artículo de Carlos Sánchez Almeida de título
Libertad de expresión: Un Winston Smith en cada periódico.
Seguimos con una cuestion de forma: el artículo no tiene ni un enlace, ni una referencia, aunque no sea hipertextual. Cuando se hacen afirmaciones como las que él hace, sería conveniene que las apoyara, y no dejara al lector buscar en Google lo que afirma (para encontrar que, en muchos casos, no es así).
En general, de la serie de artículo parece desprenderse que
los poderes tratan de restringir derechos fundamentales en el ciberespacio a través de medios técnicos y legislativos, y que hace falta luchar contra ello (eso es lo que yo he entendido, y lo que parece entender también
en este otro comentario al artículo). Y esa afirmación no es cierta desde ninguno de los puntos de vista: las tecnologías de restricción de libertades se pueden evitar con otras tecnologías que las permitan; y, además, la libertad de expresión lo sigue siendo en cada una de sus manifestaciones, y el estado está obligado a salvaguardarla; en cualquier tribunal, o en cualquier instancia superior en la que se dirima la ley, siempre se tratará de defender la libertad de expresión. Lo que ocurre es que quizás se confunden conceptos: se confunde con la libertad de expresión, que es un derecho que otorga el estado, y que están obligados a otorgar también algunos empresarios (por ejemplo, a los sindicatos; los empresarios están obligados a proporcionarle los medios, electrónicos o de otro modo, para hacer llegar su mensaje a los trabajadores de una empresa), con relaciones comerciales reguladas por contratos (por ejemplo, el célebre proxy-caché de telefónica, o el simple hecho de que una persona no tiene derecho a decir lo que le dé la gana en una lista de correo moderada).
Pero en fin, aparte del fondo, vamos a párrafos particulares:
Internet se convirtió, en tiempos, en un refugio de la libertad de expresión. A ella acudían todos aquellos que no se podían expresar en otros medios. Con el tiempo, los editores de medios de comunicación tradicional, que se dedicaban a censurar a los exiliados, empezaron a publicar versiones digitales de sus periódicos, en la esperanza de poder eliminar de la Red la competencia. A la larga, todo acabaría en puro canibalismo, copiándose los unos a los otros.
Esto, sin ningún tipo de dato que lo apoye, no tiene ni pies ni cabeza. La última frase no tiene que ver con el resto del párrafo, entre otras cosas. Y aparte, creo que no es cierta. Cuando un periodista está en desacuerdo con los editores del medio, se suele cambiar de periódico; para eso tenemos una prensa plural. O, a las malas, se monta por su cuenta, y vende a quien quiera comprar. Alguno que otro habrá ido a Internet, supongo, pero sin datos (esos hiperenlaces...) que lo apoyen, no le veo ningún sentido.
Pocos medios de comunicación nacidos por y para Internet tienen viabilidad económica. Aquellos que han tenido éxito se basan normalmente en la venta de algún tipo de producto o servicio distinto a la pura información.
Amos a vé, ¿qué es un medio de comunicación? ¿Qué es viabilidad económica? Medio de comunicación es el que comunica algo, y viabilidad económica es, bueno, que siga sin arruinar a quien lo usa, ¿no? ¿Kriptópolis tiene viabilidad económica? Medio de comunicación es, ¿no? ¿Ha arruinado a alguien? ¿Barrapunto tiene viabilidad económica? ¿
La Página Definitiva la tiene? (la tiene, se mantiene con donaciones).
Seguimos con "el valor de la información".
La replicación hasta la saciedad de los mismos textos en cientos de webs acaba a la larga con el valor de la información, que en un medio abierto como Internet tiende a cero. Y ese desvalor es un peligro en sí mismo para la libertad de expresión.
Esto, en serio, no sé por donde cogerlo. ¿Qué es el valor de la información? ¿Por qué tiende a cero? Tenderá a 0 si repite exactamente lo mismo que otra "información" que haya por ahí, pero, por la presente, todos los seres humanos somos iguales ante Google, y si nuestro texto contiene algún término o términos, y es de los pocos que lo hace, aparecerá en Google, d.m. Aparte de eso, no sé qué quiere decir con el
valor de la información ni qué significa que tienda a 0. Igual lo que sigue lo explica, lo de que es un peligro para la libertad de expresión. Amosavé otra vez: el que a usted lo conozcan, y Kriptópolis sea un medio de prestigio, y a mí no me conozca nadie, y esta Atalaya no tenga ningún prestigio, ¿restringe mi libertad de expresión? Si es así, ¿quién la está restringiendo? ¿Kriptópolis, por ser un medio con más audiencia? ¿Usted, por ser más conocido que servidor de ustedes? ¿El gobierno, por permitir que haya sitios web que tengan más lecturas que otros y gente más conocida que otra?
Es verdad, caray, estoy indignado por esa restricción de mis derechos. Voy a denunciarlo.