2004-01-08 16:36
Vuelve el taller de relato breve, y vuelven los ejercicios: en este caso, se trataba de escribir en 15 minutos un relato que tuviera como título y primera frase
Ceniza de carbón y golondrinas, inspirado por el título de un cuento del
Asimov's SF. Ahí va:
Ceniza de carbón y Golondrinas eran, probablemente, el grupo de superhéroes más peculiar de Ciudad Capital. E, inesperadamente, también los más poderosos. Porque Supermán puede volar, sí. Pero, ¿puede camuflarse en la punta de un cigarro como Ceniza de carbón? Además, volar, vaya una historia. Golondrinas también puede hacerlo.
Y Spiderman tiene su sentido arácnido que le avisa del peligro, pero Ceniza de Carbón, calentito en un brasero de cisquín, puede escuchar todo lo que los malos planean hacer, mientras se sientan en su mesa camilla. Y Golondrinas, luego, puede convertirse en varias bandadas y llevar mensajes a los cuatro puntos cardinales.
Y Batman es un detective de inteligencia preclara, pero Ceniza de Carbón, el miércoles de Ceniza, se coloca en la frente de todo buen cristiano, y puede escuchar sus pensamientos.
Pero no es fácil ser superhéroe. Todo superhéroe tiene su némesis, y nuestros dos superhéroes tienen el mismo: Viento.
Viento dispersa a Ceniza de Carbón, zarandea a Golondrinas, y antes de que se recuperen, lleva a cabo todas sus fechorías.