2004-02-15 01:00
De vez en cuando, está bien leer un poco de historia de este país, aunque sea para no saber más del
asedio de Minas Tirith que del
sitio de Zamora (que, por cierto, no se tomó en una hora). Así que al caer en mis manos
El Cid, un libro relativamente reciente sobre este personaje que no, no se parecía a Charlton Heston, lo puse en lo alto de la pila para leerlo.
La historia
del Cid no os la voy a contar a estas alturas, sí os voy a contar que casi todo lo que habéis oido, procedente del
Cantar del Mío Cid, es casi todo mentira, o, al menos, no hay ninguna constancia histórica de que haya sucedido. Ni el juramento de Santa Gadea, ni lo del rapto de las hijas del Cid, ni lo de que ganó batallas muerto...
José Luis Corral, el autor, que es además historiador, se ha afanado en estudiar la figura histórica, y en hacer algo lo más próximo posible a ella.
Una vez leí un libro llamado
El sueño de Confucio, que contaba la historia de China no recuerdo muy bien cuando. Era lo que se llama técnicamente una historia de chinos, a ver, me explico, todo el mundo se pelea con todo el mundo, luego se junta, luego se vuelve a pelear, y al final no te enteras muy bien quien ha ganado, si es que ha ganado alguien. Bueno, pues esto un poco igual, pero en vez de chinos, hay castellanos, leoneses, barceloneses, musulmanes diversos (almorávides, árabes, bereberes), y, claro, el Cid, que reparte mandobles literalmente a diestro y siniestro sin mirar a quien.
El escritor digamos que es un
artesano, es decir, que escribe lo suficientemente bien como para no hacerte querer dejar el libro en la segunda página, pero no lo suficiente como para engancharte al sillón y no dejarlo hasta que no acabes el libro.
En resumen, que el libro se deja leer, es entretenido, y por lo menos se entera uno de una fuente más o menos fiable de qué fue lo que sucedió allá por el final del siglo XI en la península. Vamos, que al que me cuente otra vez lo de la convivencia pacífica entre las tres culturas le voy a recomendar que se lo lea. ¡Si eran incapaces de convivir pacíficamente hasta los de la misma cultura!