2004-02-16 01:00
El futuro, en realidad, ya está aquí. Llevo ya hablando unos
cuantos años del pirateo, y lo único que ha cambiado desde entonces es que muchos han hallado la forma de aprovecharse de lo que otros muchos copian a través de internet: hay verdaderas organizaciones, con
una distribución racional del trabajo (via
Somiatruites), o autónomos que distribuyen música por pubs y discotecas. Se ha creado todo un mercado, en el cual los mayores beneficiarios son los fabricantes de soportes para música y, claro está, las personas metidas en el asunto.
Así están las cosas, y me parece que lo que ha cambiado también es la percepción del artista o creador de contenidos de que, cada vez que suene o se reproduzca algo, él tiene que acabar cobrando, de un modo o de otro. Cobrará en algunos, pero en otros, habrá otras personas que se beneficien. Es ley de vida, y lo mejor es tratar de vivir con ello, como están intentando hacer
los que asisten a las primeras jornadas de música libre (via
barrapunto y
Escolar y
Caspa.TV).
¿Cómo será el futuro? Pues me temo que más de lo mismo. Aun a fuer de abusar de la metáfora del ecosistema, se producirá una coevolución entre los sistemas de protección anticopia y los que se lo salten, los creadores de contenidos y los que usen o comercien con esos contenidos, de forma legal o ilegal. Está claro que los unos no pueden vivir sin los otros, y quizás la relación de
parasitismo actual se convierta en una relación más
simbiótica, es decir, de beneficio mutuo. Los productores de contenidos benefician a los que se lucran de los mismos, porque, si no, no venderían; el mantero está bien al tanto de cuáles son los artistas más populares y cuáles son los que son apoyados por la discográfica, y ponen siempre su CD en lo más top del top Manta; y, a su vez, los productores se benefician de ese canal de distribución alternativo. No me extrañaría que, en el futuro, organizaciones de pirateo montaran sus propias discográficas, o, al menos, entraran en el complejo mundo de la producción de contenidos; o, por el contrario, que discográficas establecidas sacaran su disco en
BitTorrent o en cualquier otro sistema P2P.
En fin, que el futuro puede ser, y será, más complejo de lo que nos imaginemos. Y usted que lo vea.