2004-02-18 01:00
A pesar de que
Comcast no ha logrado comprar Disney por la presente, el problema de los
contubernios (de los que ya hablamos) no es sólo el hecho de que controlen todo el proceso del contenido, desde su creación a su distribución. El problema es que, además, son pocos.
De hecho, son
cinco hermanas, como titula su artículo este columnista del NYTimes (registro gratuito y todo eso). Una de las hermanas incluye a Disney, y otra de las hermanas a Comcast. Microsoft también está presente en dos de ellas, NBC y el propio Comcast. Si las 5 hermanas se convierten en 4, y además Microsoft está en dos de ellas, vamos camino de 3 para al final quedarse una sola, la gran hermana que se zampó a todo el resto.
Claro, en ese momento habrá un problema. Simplemente porque esa gran hermana podrá controlar qué es lo que se dice, quién lo dice y cuándo lo dice. Y además, en cualquier medio: desde la internet hasta la radio pasando por el cable o por el satélite.
En un país libre, teóricamente, cualquier otra persona podría montar otra estación de televisión, o solicitar otra frecuencia, o montar un sitio web. Pero quien controla la distribución, las tuberías, controla, en la práctica, el medio.
Como yo soy un optimista, espero que eso no pase; siempre que haya empresas con capital, y ganas de gastárselo, podrá haber medios alternativos. Y, al final, el que se forme parte de las cinco grandes hermanas o no depende de que la gente lo vea. Pero cada vez que una empresa de telecomunicaciones trate de comprar una empresa de producción de contenidos, habrá que estar alerta.