2004-03-30 01:00
Mira por donde, después de
quejarnos otro martes en esta Atalaya de los precios constantes de todo tipo de chismes, viene
Bill Gates a decirnos que, dentro de 10 años, el hardware, es decir, la parte física de los ordenadores, será gratis (visto también en
Slashdot y
noticias Yahoo).
Ya le vale al muchacho como adivino. Para empezar, lleva diciéndose lo mismo desde hace años, al menos desde que llegaron los ordenadores personales. El superordenador de hoy es la consola de videojuegos de mañana, y el móvil de pasado mañana; todavía me acuerdo cuando me compraron una
Silicon Graphics Indigo que costó un kilo de billetes de los de antes y llevaba, no se lo pierdan, ¡un MIPS R4000 a 100 Mhz! ¡Peazo de microprocesador! Y antes de que me digáis que ya está el agüelo con las batallitas, os estoy hablando de hace 8 o 9 años nada más. Hoy en día, efectivamente, los móviles llevan microprocesadores a 400 MHz. Y mañana los llevarán a dos gigahercios, como el ordenador en el que estoy escribiendo ahora (aunque igual no llevan dos microprocesadores, eso que llevo de ventaja).
Para seguir, el hardware no puede ser gratis, porque cuesta dinero. Ni casi gratis, porque no se construye con los volúmenes suficientes como para poder venderse a poco más del coste. Los volúmenes de fabricación son cada vez menores porque el mercado está cada vez más segmentado: si antes había ordenadores personales lentos, rápidos y servidores, hoy hay varios tipos de servidores, varios tipos de portátiles, PDAs u ordenadores de mano, móviles, consolas de juegos de mano o de pie o de sentado, y el microprocesador que lleva el DVD. Si antes le duraba a uno un ordenador cuatro o cinco años, hoy dura dos o tres, o menos (por no mencionar los móviles), así que apenasle da tiempo al fabricante del microprocesador a amortizar la fábrica que ha construido específicamente para hacer microprocesadores de una tecnología.
Y para seguir más todavía, la ley de Moore tiene un límite: no se pueden seguir reduciendo los componentes de un microprocesador, porque llegará el momento que los electrones irán por ellos como los piojos en costura, y se acabarán saliendo por los lados. Ya prácticamente se está llegando a ese límite; los aumentos en velocidad de los microprocesadores, dentro de dos o tres años, significarán o un cambio total en la tecnología (¿Ordenadores moleculares? ¿Ordenadores cuánticos? ¿Biocomputadores? ¿Ordenadores ópticos? ¿Ordenadores
adiabáticos?), o bien cambios en la forma como se hacen las cosas dentro del microprocesador (cambio en los métodos que siguen los microprocesadores para calcular cosas). Cualquiera de esas posibilidades significa costes en investigación y desarrollo, que tendrán que amortizarse.
Claro, podrá decirse, y supongo que será por donde vaya Bill Gates, que la tecnología de ahora podrá ser gratuita dentro de diez años. Y es posible, pero lo dudo. Hoy en día no te puedes comprar un ordenador nuevecito Pentium a 133 MHz con un monitor de 15'', y un disco duro de 500 megas, porque ninguna de esas cosas se fabrican ya. Cuando se fabrican, se hacen con algún empaquetamiento adicional o alguna mejora: menos consumo (para móviles), más pequeñitos (para los discos duros), pero no en su forma original. A nadie le interesa. No se gana dinero con eso. Es difícil encontrar software que lo soporte (trata de ejecutar GTA Vice City en eso). ¿Qué le hace pensar a Bill Gates que la situación será diferente dentro de 10 años?
Otra cosa es que a él le interese: Windows es cada vez más caro, y a él le podrá interesar que se venda un ordenador por 300 dólares, de los cuales 250 vayan a parar a las arcas del susodicho. Pero, después de los
palos que le están dando últimamente, lo dudo.