2004-04-13 01:00
A ver si a alguno de ustedes le ha pasado algo como esto: entablan conversación con el compañero de asiento en un medio de transporte, y resulta que su tío fue el compañero de la mili del suegro de su hermana. O les suena de algo el nombre de un escritor, o de un conferenciante, lo enganchan tras la conferencia y descubren que han ido al mismo colegio, y que los dos tuvieron a la misma maestra en él. Estas relaciones sociales aparecen continuamente, y, cuando uno las ve, no tiene por menos que exclamar aquello de "El mundo es un pañuelo".
Bueno, pues resulta que a
alguien se le ocurrió a finales de los años sesenta comprobar efectivamente si el mundo era un pañuelo. Para ello, dispuso el
experimento siguiente (via
araucaria): le dio a una serie de personas en dos estado del medio oeste americano una carta, diciéndoles que tenían que enviarla a una persona en Nueva York, pero no les dio la dirección de esa persona. Se la tenían que apañar como pudieran, pero las cartas tenían que entregarse personalmente. Bueno, pues resultó que la mayoría (simple, no absoluta; once cartas, de hecho) de las cartas sólo pasaron por seis personas antes de llegar a su destino. En dos casos, sólo necesitaron 2 intermediarios; en otros dos casos, necesitaron 10. En media, fueron más o menos seis los grados de separación, o el número de personas, que separaban a una persona cualquiera de otra en Nueva York.
De ahí viene precisamente lo de los
seis grados de separación, una película y obra de teatro que tuvo cierta repercusión a principios de los años noventa.
En esa película, precisamente, no actuaba Kevin Bacon, que ya es difícil, porque tenía un montón de actores. Pero a alguien, más adelante, quiso sustituir la relación "conoce lo suficiente como para darle una carta", que fue la que se usó en el experimento de Milgram de arriba, por la relación "ha actuado con"; y usar como destinatario Kevin Bacon: por ejemplo, el
grado de Bacon de Carmen Sevilla es de 2, sorprendentemente pequeño; si tenemos en cuenta todos los actores (al menos, los que están en la
base de datos de pelis de Internet), la media de enlaces, es decir, la media de películas que hay que recorrer para llegar de un actor a otro, es de casi tres.
¿Y qué pasa con la red de redes, la web, o su infraestructura subyacente, la internet propiamente dicha? Pues más o menos lo mismo: con menos de veinte enlaces podemos ir de cualquier página a cualquier otra, siempre que efectivamente estén enlazadas, claro.
Tampoco es que eso tenga mucha gracia, se puede pensar. Uno quizás, si vive en un bloque pequeño, conoce a todos sus vecinos; en una clase no muy grande, puedes conocer a todos tus compañeros. ¿Se trataría entonces de una red no ya minimundo, sino micromundo? Pues no. Lo esencial de una red pequeño mundo no es tanto la distancia media entre los diferentes nudos de la red, sino cómo cambia esa distancia según se van añadiendo nuevos nudos y nuevas ramas a la red. Si al cambiar de una red de 100 nudos a otra con 1000 nudos la distancia media cambia de 3 a 30, pues no lo es. Eso sucede, por ejemplo, si la gente de cada clase sólo conoce a la gente de la clase que está al lado en el pasillo. Al considerar todas las clases de un pasillo, la distancia media entre dos alumnos de una clase será proporcional al número de clases. Si son 10 clases, la distancia se multiplica por diez.
Pero supongamos que, por un casual, uno conoce a alguien de la clase que está dos o tres puertas más allá en el pasillo; mejor, supongamos que eso sucede en varias clases. Entonces, el número de grados de separación entre dos chavalotes de dos clases que estén en extremos opuestos del pasillo ya no será igual al número de puertas que hay entre ellos, sino el número de puertas menos el "salto" producido entre dos clases que no están contiguas. Estos enlaces
a larga distancia (que no siempre tiene porqué corresponder a distancia física) son los que achican el mundo, convirtiéndolo, efectivamente, en un mundo pequeño. Y lo curioso es que sólo hacen falta unos pocos de esos enlaces para que una red normal se convierta en una red
minimundo.