2002-07-15 16:23
Hoy, al leer el
blogómetro, he confirmado lo que ya andaba sospechando desde el viernes. Ese día, después de mirar los diarios nacionales, que hablaban en portada y de forma destacada del "asunto Perejil", fui a mi querido
barrapunto, y no vi nada al respecto; sí otras noticias de máxima actualidad, como una que hablaba de investigación de objetos desde Argentina, y de una entrevista con Rodríguez Ibarra.
Mi incomprensión fue en aumento, cuando, después de currarme
esta noticia, vi que había ya otras seis noticias, y que además, había salido en toda la prensa internacional, desde Le Monde hasta las noticias de la BBC. Esa noticia, por la presente, todavía no está en portada.
En ninguna bitácora de esta blogalia se ha comentado el tema, incluso en sitios donde se suelen comentar habitualmente temas políticos. Sí ha aparecido en otros sitios, como
Marauder@Home y en
4Colors. También da su visión particular
vendell en su "cuestión personal" y
Rigel en su batiburrillo, aunque no entran de lleno en el tema.
¿Qué está pasando aquí? ¿Porqué se ignora una noticia así, cuando ha habido pronunciamientos políticos tan claros, por ejemplo, en el tema de la huelga general? Evidentemente, no voy a aventurar muchas respuestas, salvo aquello que decía, creo que Witgenstein: "De aquello que no se sabe, mejor no hablar". Sí parece que, ante la práctica imposibilidad de dar una opinión sin que a) te tachen de patriotero b) te tachen de anti-patriotero, la gente haya optado por callarse. Podía haber otras razones: desacuerdo con la línea que ha adoptado el partido de la oposición, apoyando al gobierno, o, por el contrario, apoyo a la postura del gobierno, que, en vez de liarse a hostias, se ha limitado a llamar al primo de Zumosol (la unión europea) y a evitar que se vayan ocupando islotes sin ton ni son, sobre todo las Chafarinas, que allí está Pelusa, la última foca monje, que hay que proteger.
Como aquí hay editores de barrapunto, quizás quieran darme su propia explicación. O quizás no; pero muchas veces los silencios hablan tanto o más que las palabras.