2004-06-21 01:00
Este libro me lo recomendó, hace tiempo,
PJorge, y, como suele suceder en tales casos, me ha gustado. El libro trata de Thursday Next, una detective
literaria (LiteraTec), cuyos casos, como su nombre indica, están relacionados con los libros.
Lo que ocurre es que el tema es mucho más complicado. El libro se desarrolla en una ucronía donde la revolución ha sucedido en Gales en vez de en Rusia, Rusia lucha con Inglaterra (
no el Reino Unido) por el control de la península de Crimea, los aviones a reacción no existen, los ordenadores usan una tecnología de los años 50... por si eso fuera poco, hay vampiros, personas que son capaces de viajar por el tiempo (entre ellos, el padre de la protagonista), una frontera no muy definida entre los libros y la realidad, de forma que los personajes de los libros pueden viajar hasta la realidad y viceversa. Esto es lo que se suele denominar ficción
slipstream, una mezcla entre ciencia ficción, fantasía, a veces terror, pero que, a la vez, puede resultar aceptable para la gente que no suele leer ciencia ficción. Un poco como
Perdido Street Station, a la que, por cierto, me recuerda.
En cualquier caso, el tema del libro es ese. Un malo malísimo, que no puede ser otra cosa porque se llama Acheron Hades, que además tiene diversos poderes (la cuasi-invulnerabilidad entre ellas), se dedica a secuestrar al tío de la protagonista, que es inventor (entre otras cosas, del utilísimo salvapantallas retinal) de un Portal de Prosa que permite entrar y salir fácilmente de libros. Lo secuestra precisamente para eso, para entrar en los libros y cambiarlos, eliminando a personajes o cargándose al protagonista. Después de un intento, Hades agarra el manuscrito de Jane Eyre; de ahí el Eyre Affair que da título al libro. Además, Jane Eyre es el tema del libro; Thursday Next es un reflejo de Jane Eyre, y lo que le ocurre, hasta cierto punto, también. Parte del libro se desarrolla, además,
dentro de Jane Eyre, con Next como una protagonista más, interaccionando con el resto (pero sólo cuando Eyre no está presente).
Si una narración, desde el principio, tiene que suspender la incredibilidad, en este caso, ni se intenta: todo lo que sucede lo hace porque sí; y lo bueno es que uno, aunque no se lo crea, lo acepta, y acepta sus consecuencias. Aún así, todo el libro está muy bien encajado, viajes en el tiempo inclusive, aunque, precisamente por eso, la causalidad se va a hacer puñetas, pero, como he dicho, da igual, porque
si non e vero, e ben trovato
Hay al menos otras dos novelas más con la misma protagonista, que ya están en mi lista de deseos. Y gracias, PJorge, por la recomendación.