2004-06-25 01:00
Yo es que esto del correo basura no lo entiendo. Aunque últimamente, desde que tengo las cuentas filtradas (por cliente o por servidor), sólo cuela algún mensaje anecdótico, siguen llegando un 90% de mensajes de correo basura.
Porque, vamos a ver, se supone que el correo basura o pretende vender algo, o pretende engañar al usuario. En cualquier caso, trata de transmitir un mensaje y engañar al usuario, creándole el deseo de comprar algo que puede que necesite o no (aunque no me puedo imaginar la cantidad de gente que puede necesitar Cialis, sea lo que sea, para mantener la industria de spam). En eso, se parece a la publicidad. Es publicidad, de hecho, y como tal "no es para tí ni para mi", como me dijo una vez un ejecutivo de una empresa de publicidad. Igual por eso no lo entiendo. De todas formas, sólo le he encontrado dos explicaciones posibles.
La primera, que realmente lo que pretendan los spammers no es vender, sino fastidiar. Si quisieran vender, no enviarían mensajes en serbocroata a gente que no lo es, ni disfrazarían sus mensajes hasta lo incomprensible, ni tratarían por todos los medios de saltarse los filtros que los propios posibles compradores han puesto. Si es así, los admiro. No es fácil luchar contra los filtros bayesianos y algunas de las mejores mentes informáticas; posiblemente es que estén del lado de allá de la
curva de Bell (que viene a decir que en la población hay bastante gente normal, alguna muy lista, y otra más zoqueta).
Sin embargo, la otra posibilidad es que haya efectivamente gente que compre, que ingrese alegremente sus números de tarjetas de crédito en formularios con faltas de ortografía, y que aprenda austrohúngaro para poder entender mejor lo que le mandan. Lo que les coloca, supongo, del lado de acá de la curvita. Porque, vamos a ver, si uno tiene problemas en los bajos, se va para la Corporación Dermoestética, se deja un dinerillo, o, a las malas, se va a la sex-shop del barrio, y explica su problema a la amable dependienta, no compra un chisme infernal en Minnesota. O tiene unos milloncejos de lerus y no sabe qué hacer con ellos, no se los da al sobrino-nieto de algún dictadorzuelo afroasiático que le escribe por correo electrónico desde una cuenta gratuita ofreciéndole más millones de lerus todavía. Hay que ser cenutrio, en serio.
Yo, qué queréis que os diga, me inclino por lo primero. O eso, o en poco tiempo veremos el desinflamiento de la burbuja correo-basurera.