2004-06-30 01:00
Ayer grabé el que posiblemente será mi última Atalaya en
Aviso para Navegantes; mi sección es los martes, y el programa, de hecho, deja de emitirse hoy.
En realidad, el programa puede que siga, aunque no está claro. Pero Primi Sanz, la creadora del mismo, directora, conductora, guionista, y persona excelente, lo deja. Después de una andadura de casi 8 años y tres emisoras diferentes (Fórmula uno, los sábados y domingos, luego Andalucía información, diariamente, y finalmente, Canal Sur Radio, donde se estabilizó), miles de personas entrevistadas, de oyentes contestados, miles de horas en el aire hablando de nuevas tecnologías, de cultura informática, del reflejo de la sociedad en la red y de la red en la sociedad, bueno, pues se acaba. Ocho años son muchos años, y cansan a cualquiera.
En el programa han acompañado a Primi
Manuel Egoglobal, con sus cibergrumetes, explicando los conceptos básicos; además, Egoglobal me construyó la primera versión de esta Atalaya en la fenecida GranAvenida, donde estuvo un par de años;
Los experimentos del doctor Quatermas, que posteriormente se convirtieron en los diarios de Hal 9000, de Federico Vaz, una zona friqui de ciencia ficción y estética retro;
las ciberprácticas y lecciones del ciberprofesor; y tanta y tanta gente que se congregaba alrededor de la lista de correo (hoy en día algo más calladita).
Para mí, grabar la Atalaya significaba un paseito a media mañana a la antigua sede de Canal Sur, en un pasaje en la calle recogidas; llamadas a casa mientras cuidaba de mis niñas, entonces bebés, o llamadas a los confines del universo, donde me había desplazado para algún viaje o reunión; o aquella vez que me llamaron justo en medio de la
charla de Rodríguez Ibarra en Hispalinux y me perdí un buen cacho, pero sobre todo, aprender, o intentar aprender, a decir las cosas de forma que la gente, más o menos, las entienda.
Aviso para navegantes ha creado también una pequeña comunidad a su alrededor; gente que vuelve del trabajo a esa hora, o que está cenando y escuchándolo; gente que muchas veces, no entiende todo lo que se dice, pero que le parece muy interesante.
En fin, Primi, que muchas gracias. Hasta pronto.