Veo sobre el terreno el país carbonizado, nos llegan fotos desoladoras de la tierra sin alma, el erial de los muertos, como un cadáver del tiempo. Nos dicen que ni nosotros ni nuestros hijos volveremos a ver el bosque centenario, que no volveremos a recrearnos viendo verdear en primavera los regajos resecos del otoño ni florecer las encinas por abril. Lo que no oigo es el ¡Nunca mais!. Ni una voz, ni palabra. ¿Dónde está aquel ejército cívico que clamó por lo de Galicia, el ecologismo sobrevenido que consagró el sacramento solidario metido hasta las corvas en el chapapote, la insólita legión de españoles hermanados que hizo tremolar el estandarte partidista creyendo seguro que de buena feque defendía tan sólo a la Madre Naturaleza? Nada, ni palabra. Veintisiete mil hectáreas abrasadas, una decena de pueblos heridos de muerte, aldeas despeñadas sobre su propia desdicha, un pueblo errante y sin Moisés en un desierto rodeado de turistas: vaya balance. Y sin embargo, no hay esta vez una voz siquiera que se levante reclamando culpables --que haberlos, haylos, como no podría ser de otra manera--, sino todo lo contrario: la visita de Chaves convertida en un viaje de propaganda, sus compromisos de mínimos --¿qué son 700.000 euros a repartir entre tantas manos tendidas, si en las de un músico insigne se van a poner tres millones anuales para que amenice la fiesta ilusoria del multiculturalismo?transformados, por obra y gracia de su división medíática, en una Normandía munífica, en un mitin conchabado. ¿Nadie va a gritar esta vez ¡Nunca mais!, ni siquiera un ¡Nunca má! rotundo e indígena? ¿Qué ocurre, no hay ahora gobiernos responsables, políticos imprevisores, gestores sin reflejos a la hora de reaccionar? Qué raro, ¿no? De modo que si un barco averiado se parte en dos y se va al fondo en Galicia repleto de petróleo, tiene la culpa el Gobierno de Madrid, imprevisor, pasmado y carajote, si es que no canalla; pero si arden dos provincias andaluzas por sus siete costados, no hay culpables. ¡Vaya lógica! La partitocracia está resultando aún más desoladora que el fuego.
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Imagino que la diferencia está en que a los fuegos estamos más "acostumbrados" que a las mareas negras. |
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Yo me imagino que la diferencia no es esa... y este fuego no ha sido como los demás; no se conoce otro que haya destruido esa extensión desde el año 91. La Junta, además, ha tratado de minimizar el daño: se hablaba de 22000 hectáreas, y han tenido que usarse fotos satélite para calcular que ha sido, posiblemente, el doble. Estamos hablando de que un porcentaje considerable de la masa boscosa de Córdoba y Sevilla, destruido el modo de vida de varios pueblos, varios muertos... |
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1. La lucha contra un incendio exige voluntarios relativamente cualificados que asuman el riesgo de perder la vida en el intento. No se hace un llamamiento masivo a que acudan gentes de todo el mundo con sus cubos y sus rastrillos. Por contra, la respuesta a las mareas negras exige el concurso de tantas manos como sea posible, como se vio en su día en las costas gallegas.
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1. Nadie pide voluntarios para apagar el incendio, pero sí, posiblemente, para la repoblación.
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JJ, no se enfade, caramba.
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Efectivamente, lo de Darfur es muy grave. Estoy de acuerdo contigo.
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Que cosas como éstas queden impunes, no nos debería sorprender. En el año 1998 y muy cerca de donde se ha producido el gran incendio de estos días pasados, se produjo la mayor tragedia ecológica ocurrida nunca en Andalucía: La rotura de la balsa de las minas propiedad de Boliden en Aznalcollar. 20 años con el mismo gobierno provoca, y según mi impresión, que Andalucía sea el cortijo de Chaves. |
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Desde luego que no es lo mismo. Y si nos meten en una guerra, ya verás como nadie se queja... |
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Obviamente JJ tiene razón en el fondo, pero el artículo que ha puesto de ejemplo es un poco partidista en mi modesta opinión, la falta de previsión es mucho más clara en el caso del prestige, ya que la solución a ese problema son los buques de doble casco.¿Hay alguna solución tan clara para los incendios? Yo creo que no.... |
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Yo he visto cosas que vosotros no creeríais. Atacar naves en llam... estoooo... Cruzar el atlántico sin que el capitán, siempre borracho, apareciera por el puente; oficiales siempre armados, encerrados en sus camarotes para no ser violados por la tripulación; jefes de máquinas bebiendo colonia; tripulaciones esclavas, que trabajan por la comida, enroladas en el puerto sin ninguna experiencia; puentes vacíos horas y horas, con el piloto automático siempre puesto... Lo raro es que no ocurran más desgracias. La navegación civil es la selva, en el mar no hay leyes. |
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Cek, el problema no es tanto que haya ocurrido, sino lo que ha pasado una vez que ha ocurrido (y su extensión, claro).
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JJ, en cualquier caso, aceptará que la respuesta ciudadana al Prestige (o a la invasión de Irak, ya puestos) no se explica como un mero asunto de manipulación partidista. Cuando se convoca una manifestación de protesta los ciudadanos pueden decidir si ir o quedarse en casa por razones heterogéneas, como lo demuestra la presencia de muchas "señoras de visón" y "jovencitos de club náutico" en las primeras manifestaciones de Nunca Mais. Otra cosa es que muchos de ellos optasen legítimamente por quedarse en casa cuando se hizo patente la manipulación que algunos partidos (especialmente BNG) trataron de hacer con la situación. Y muchos otros, también legítimamente, seguimos yendo a pesar de las banderitas porque creímos que allí era donde debíamos estar. A pesar de los intentos de manipulación partidista. Si revisa los archivos de Blogalia podrá volver a recrear las discusiones al respecto.
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Vendell, es que no existen los "meros asuntos de manipulación partidista". No en una sociedad tan compleja como la nuestra.
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Pues me da la impresión de que a Gómez Marín le interesan más las relaciones catástrofe-partidos que las relaciones catástrofe-ciudadanía. Si tanto le inquieta la falta de respuesta no tiene más que bajar a la papelería, comprar un rotulador, una cartulina y organizar una manifestación. |
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Vendell: lo que él puede hacer lo ha hecho escribiendo, y supongo que en su participación en la tertulia de Onda Cero (aunque ahora que se ha ido Luis del Olmo no sé por dónde andará). Por otro lado, no te quepa duda que los de "Fuego Nunca Mais" (si es que se concreta, por lo pronto no son más que una organización fantasma) moverán el tema.
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A mi el señor José Antonio Gómez Marín me parece muy oportunista al echarle las culpas al gobierno central, otra cosa es el gobierno andaluz, ahí ya no hay más remedio que pedir responsabilidades, pero leches, me gustaría ver un artículo de este señor hablando del prestige y pidiendo responsabilidades. |
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Como lo menciona, aunque sea de pasada aquí. Y esa lógica me gustaría que se aplicara en más casos, no sólo en este. O de forma inversa, sin ir más lejos. Me explico: si no puedes pedir responsabilidades por esta catástrofe si no las has pedido por el Prestige, si _sí_ las has pedido, tendrás que pedirlas también en este caso, ¿no?
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¿El mismo ejército que llegó un mes tarde a lo del Prestige?
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Si, el mismo ejército que está subordinado al poder y que no me puedo imaginar que deje de ejecutar una orden directa. Y si así se ha hecho, y si así a sido, también habrá responsables, ¿no? |
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Obviamente este señor no critica la gestión del Prestige por ningún lado (ya me encargué de buscar en Google antes de mi comentario anterior).
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Bueno, la critica de refilón. Pero eso ni resta ni añade valor a su argumento.
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Esta es la bitácora o blog de Juan Julián Merelo. Si quieres contactar con el autor, usa su correo electrónico jjmerelo (arroba) gmail.com, o simplemente deja un comentario. Y si quieres leer alguna cosa más de las que escribe, prueba esta novela