2004-08-08 01:00
Ya me he acabado
La radio de Darwin, que me ha prestado
Psicobyte, en un intento vano porque mi
the Pila no baje nunca a límites manejables (de hecho, me ha prestado otro más).
A ver, el libro. Bueno, Greg Bear me gusta la mayoría de las veces, pero cuando se pone a buscar premios me carga un tanto.
Este libro, que se llevó el premio Nebula, es de esos últimos. Va de lo siguiente: una serie de científicos descubren un virus que provoca abortos, pero también cambios en los padres (los dos), pero que en realidad parece ser una forma para que el propio ADN provoque un cambio evolutivo en la especie a base de usar secuencias perdidas en los cromosomas.
La trama es esa, y, tratando de emular a Michael Crichton, cuando debería haber estado tratando de imitar a John Brunner, el autor falla un tanto. La acción se desarrolla de reunión en reunión, disturbio en disturbio, unos pocos amoríos y desamores, pero todo con bastante lentitud. Son casi 700 páginas para una trama que se podía haber resuelto brillantemente, como en
Música en la sangre, en menos de 200 páginas. La trama científica trata de ser creible, pero no lo logra, y mucho menos al final.
Eso sí, hablar de
algoritmos genéticos y redes neuronales mola bastante, pero, lo dicho, en menos páginas, a ser posible.
En fin, que siento discrepar con
Psicobyte, pero creo que se le podría haber sacado al tema mucho más partido, y en menos páginas. Por cierto, la traducción, de
PJorge, es bastante buena, y de hecho, te olvidas que estás leyendo algo traducido, lo cual, con lo que nos tiene acostumbrados la ciencia ficción, es de agradecer.