2004-08-16 01:00
De la misma forma que hay una The Pila de libros propios, también la hay de libros prestados; aunque generalmente de menor entidad. El tiempo que pasa un libro en esa The Pila secundaria depende de la confianza que tenga uno con quien se lo ha prestado; por eso, este Remake llevaba en mi The Pila secundaria posiblemente algunas decenas de meses.
Lo cual es extraño, porque
Connie Willis es uno de mis escritores/as preferidos. Tiene un dominio del ritmo narrativo excepcional, y sabe mezclar la tensión con el humor. Sobre todo se aprecian sus cualidades en sus novelas cortas; y este volumen reune dos de ellas,
Uncharted Territory y la homónima Remake.
En la primera, un par de geólogos, un
prestamista (más sobre esto luego) y un
indígito (un nativo del planeta) se encuentran en una zona que no han cartografiado anteriormente. Esa zona es tanto el territorio sobre el que pisan como sus propios comportamientos: las interacciones de los personajes entre sí y con el nativo, lo cual da lugar a situaciones y diálogos divertidos.
Aquí vemos a Connie Willis en toda su extensión; y aunque posiblemente no sea de sus mejores novelas cortas (parece que Connie Willis no se encuentra cómoda en situaciones de ciencia ficción "puras": planetas extraterrestres y cosas así), está bastante bien.
El problema, en mi opinión, es la traducción. Desde el propio título: "inexplorado", aunque se acerca, no es exactamente lo mismo, hasta muchas de las elecciones sobre los términos:
prestamista no sé a qué palabra corresponderá en el original (¿lender?), pero, tal como está puesta en el relato, no tiene nada que ver con prestar nada. Al principio del relato vale, puede que no influya, pero cuando casi llegando al final vemos referirse a uno de los personajes como "prestamista", nos hacemos un verdadero lío. Luego, los propios animalitos nativos. Hay unos "matacaminos", que supongo que corresponderá al inglés
roadkill, que no tiene nada que ver con algo que mate caminos, sino con algo matado en el camino, un plastón encontrado en la carretera. Luego, hay
patatas de cojín, supongo que traducción de
couch potato, que aparte de ser una mala traducción literal (patata de sillón sería más literal), también pierde el sentido del original: persona vaga que se tira todo el día en un sillón; en ambos casos, se pierde el humor inherente en los términos.
En fin, estoy dedicando más espacio a la traducción que al original; pero quedaros con la conclusión: si podéis y sabéis, leerlo en el original.
Lo cual nos lleva a la segunda novela corta. Que, directamente, no me ha gustado. La traducción, en este caso, no chirría tanto, aunque hay un par de frases incomprensibles; es la historia, en sí, la que no me ha gustado. Se ve que en cuanto un escritor trata de hacer algo que merezca un par de premios gordos de ciencia ficción (Hugo o Nebula), lo escacharra. En esta caso, la trama está bien: en el futuro, no se hacen nuevas películas (vivacciones, le llaman... traducción, supongo, de
live-action, no es mala traducción, pero tampoco es demasiado buena), sino sólo pastiches,
remakes de pelis antiguas, sustituyendo unos actores por otros; todos los actores están digitalizados, así que con un golpe de ratón puedes hacer que Cleopatra la protagonice RuPaul, en vez de Liz Taylor. Un currante de un estudio se enamora de una muchacha que quiere bailar en películas, pero bailar de verdad, en pelis de verdad. Misión imposible (4ª parte).
Hay una parte que está muy bien conseguida: la propia historia es un pastiche, una mezcla de diferentes películas, y hace constantes referencias a sí misma, pero es que hay constantes referencias a todo: a películas, a actores, a diálogos, a sustancias adictivas (SA, que a mi me recuerda, evidentemente, a Soziedad Alkóholika), y el relato, en general, resulta un tanto reiterativo, aunque supongo que será entrañable para los incondicionales del cine. Como yo no lo soy, pues más que entrañable me ha resultado un tanto cargante.
Todo el asunto de las fibras y discos ópticos, copyrights y demás, aunque apunta a temas interesantes, resulta un tanto confuso.
En resumen, cualquier aficionado a Connie Willis se puede saltar, sin ningún problema, esta novela corta. Y, en general, este volumen.
Puedes ver otras reseñas del libro en
Archivo de Nessus,
Nostromo y
CyberDark.