2004-09-10 01:00
Hay un
episodio de Doctor en Alaska, genial como casi todos, donde Maurice organiza una especie de paralímpicas; aunque no lo recuerdo muy bien, sí me acuerdo que aparece el
demonio de la validación externa. Sobre él
se dice:
No puedes vencer a la validación externa. Porque sienta taaaaan bien...
Todo esto viene a cuento de
la publicación de la
top 500 de bitácoras enlazadas en España (donde estoy, por cierto, empatado con el
Pez); por cierto, que agradezco a
José Luis que lo comunicara en
este comentario). Habrá palmaditas en la espalda, habrá rechinar de dientes, se discutirá el universo, la metodología, el verdadero significado de un enlace, si es mejor o peor que el número de visitas, si porqué diablos cuentan aquél enlace donde dije que no sé cual bitácora era una sucesión de chorradas mal enlazadas... al final, de lo que se trata es de que el demonio de la validación externa está encima de nuestro hombro, susurándonos en el oido "tú deberías estár más arriba. Ese que tiene 100 enlaces más que tú es un tío paliza que además no tiene ni idea de lo que es una CSS".
Y es normal, claro. Además, el gran pecado capital de la blogosfera es esa validación externa, que es, en gran parte, lo que supongo que se busca cuando uno escribe cosas para que las vea el mundo mundial en vez de escribir una hoja volandera que reparta entre familiares y amigos más cercanos.
Por mi parte, que soy fanático de las listas, estadísticas, y demás cosas que se puedan tabular, machacar, representar y escupir desde un programa en
Perl, me encanta, claro. Y los felicito, porque es técnicamente impecable.
Ahora, ¿es la lista perfecta? Para mi, todas las listas que se han hecho honradamente y objetivamente son las listas perfectas. Y las subjetivas también son perfectas, si conoces cuáles son los criterios y los gustos de la persona que los hace. Si no, pues no les haces caso y santas pascuas.
A partir de eso, reitero lo que dije en
el primero de la no-lista. Y animo a José Luis a que siga con su trabajo.