2004-11-06 01:00
Una de las cosas que echo de menos cuando conduzco es la lectura. Hubo tiempos históricos de atascos y semáforos, cuando me daba tiempo a leer un Time según subía el camino de Ronda. Sin embargo, ahora no lo necesito.
Las matrículas de los coches, desde hace unos años, son acrónimos de tres letras. No solo eso, sino que van cubriendo sistemáticamente todas las combinaciones (vale, las que no tengan A, ni Ñ, ni O ni otras letras injustamente proscritas por sepa Dios qué razón administrativa). Los acrónimos de tres letras (ATL de ahora en adelante) tienen, además, un lugar especial en el cerebro del geek; el lóbulo occipito temporal creo que está dedicado enteramente a ellos. Y eso, desde los tiempos del MSDOS, en los que por alguna razón ignota las extensiones de los ficheros tienen tres letras.
Ahora, cuando voy por la autovía, parece que voy consultando un directorio: CSV (comma separated value), DBF (extensión de los ficheros de DBase IV), CVS (concurrent version system), BBN (vale, este no es extensión, pero me suena a Bolt, Beranek and Newman, una de las empresas pioneras en Internet), todas, toditas, van activándome el LOT (lóbulo occipito temporal).
Todo esto, claro está, abre un mundo de posibilidades para matrículas de vanidad. ¿3333 XML? ¿1111 RSS? ¿0000 DEB?