2004-11-29 01:00
Un buffet libre es, en realidad, un grafo bipartito con dos tipos de nodos: las bandejas de comida y la gente propiamente dicha. Un nodo-persona se une a un nodo-comida si la persona se echa de esa comida en su plato. Un nodo-persona sólo se puede unir a un número limitado de nodos-comida, porque los platos tienen un tamaño finito (si tuviera un tamaño infinito, otro gallo nos cantaría). Por lo tanto, un nodo-persona tiene que elegir qué nodo-comida se echa en el plato.
Se da entonces un proceso de echado de comida preferencial: todo el mundo se echa el solomillo, y nadie se echa los spaghettis con brócoli (o nada que incluya brócoli, para el caso). Sucede entonces que la bandeja de solomillos tiene sólo un par de pedazos de algo que posiblemente sean ajos, mientras que la bandeja de cosa con brócoli está llena: el consumo de comida de las diferentes bandejas se distribuye, efectivamente, según una ley de potencias.
En un mundo perfecto, cuando se vacía la bandeja de solomillos, se produce una redistribución de las preferencias, con lo cual se produce efectivamnte la ley de potencias indicada; además, la
cola de dicha ley se hace más larga. Sin embargo, no vivimos en tal mundo perfecto, así que lo que ocurre es que los nodos-clientes, cuando ven desaparecer la bandeja del solomillo, remolonean hasta que reponen, y el nodo-brócoli se queda en el marasmo.