2005-02-05 01:00
Catch 22 es un libro sobre la falacia, o sobre las falacias. Y más en general, sobre el lenguaje. Aunque, por supuesto, su tema es la guerra.
Guerra de la que quiere salir su protagonista, el piloto Yossarian, a base de declararse loco; lo que ocurre es que, por un lado, si se declara loco eso implica que no le importa poner en peligro su propia vida, por lo cual no importa que siga volando; y, por otro lado, para declararse loco tiene que rellenar una serie de formularios, cosa que no haría si estuviera loco.
En realidad, de loco no tiene un pelo. Está mucho más cuerdo que el resto de los personajes, cada uno aquejado de una serie de obsesiones, empezando por los que están más arriba, los generales Dreedle y Peckem, que luchan entre ellos antes que contra los alemanes, Milo, que es capaz de bombardear su propia base tras hacer un contrato con ellos, Orr, el que se mete los membrillos en la boca para parecer tonto, y el capellán, que se pasa al lado oscuro de la fuerza. Los personajes son el armazón de la novela, que en realidad, no tiene mucha trama. Cada capítulo describe unos personajes, y cuenta cosas que le ocurren, saltando hacia delante y hacia atrás sin mucho orden ni concierto, hasta el punto que uno no tiene muy claro el paso del tiempo, o si el tiempo realmente pasa. Lo único que va marcando este paso del tiempo es el número de misiones máximas que tienen que volar los pilotos antes de volver a los usa, que acaban siendo 80.
El final precisamente es lo peor del libro, que comienza describiendo la guerra como absurda y estúpida, y acaba mostrándola como la tragedia humana que es. Lo cual tiene su mérito, pero quizás corresponde a otro libro. El quedarte horrorizado en un capítulo para carcajearte en otro no acaba de encajar. Porque, en realidad, la mayor parte del libro es muy divertida, quizás de lo más divertido que he leido últimamente. Pero en las últimas páginas acaba uno sobrecogido.
Este libro me lo
regaló PJorge.
Wineruda lo comenta también en su bitácora, donde menciona que la traducción es un tanto floja.
Tu pequeño mundo extrae también una cita del mismo.