Atalaya: desde la tela de araña

2005-04-11 17:38 Ya llevo una temporailla con mi MobloJJ, el blog que actualizo sólo desde el móvil (no es que no haya otra manera, es sólo una especie de compromiso personal), y me estoy formando una opinión sobre eso del moblogging.
Para empezar, es sólo para impacientes. El moblogging es muy inmediato, lo que ocurre es que, por muy impaciente que estés del lado del publicante, el lado del leyente no siempre lo va a estar. Por lo tanto, no sé si merece mucho la pena enviar una foto o una crónica mientras algo está sucediendo, si el que lo recibe lo va a leer un par de horas más tarde, o cuando le apetezca. Para el caso, te esperas, te lo descargas de donde lo hayas hecho, lo subes a Flickr tranquilamente, y te curras una historia con más de 5 palabras.
Quizás sí tiene sentido si hay alguien esperando al otro lado. Es decir, para ciertos eventos que se avisen de antemano: a partir de tal hora voy a estar en tal sitio. Aunque tampoco veo a la gente recargando cada 5 minutos, a ver si ya ha llegado algo.
Podría tener sentido también en otro formato: push en vez de pull. Ahora todos nos bajamos las bitácoras, pero con un mecanismo de envío (push), los que se suscribieran podían recibir el mensaje en el momento que se envíe. Eso se parece más al email, y, por supuesto, al SMS; pero también pierdes algo: la interacción, o la conversación, así que habría que inventar un formato que se parecería más, posiblemente, a un chat. Pero, al precio que van los MMS hoy en día, lo dejo sólo para los muy adeptos.
Me da la impresión de que se pliega más al fotolog que al blog textual; el moblog tiene la cualidad de la inmediatez, y el texto, por mucho que se empeñe uno, no es tan inmediato, no crea esa sensación de estar ahí que tiene la imagen. Pero eso es sólo una impresión.
Posiblemente sea el formato bloguero con más futuro, sobre todo cuando bajen los precios de la conexión internet en el móvil, pero, según los más optimistas, esto no va a suceder antes del Armageddon y de que nuestras almas se encuentren en el valle de Josafat, así que, por lo pronto, seguirá teniendo futuro. Y yo lo seguiré haciendo, supongo.