2005-04-17 20:18
Aprovechando un fin de semana trashumante, he leido
este libro de Cory Doctorow, y lo he leido usando la
versión Mobipocket en el Nokia 7710. Primera experiencia, pues, de leer una novela completa en chisme digital. Ya hablaremos del tema.
No tenía grandes expectativas después de leer su
otra novela, Eastern Standard Tribe, pero la verdad es que es una novela bastante más sólida, a pesar de tener un esqueleto muy similar (una historia de amistad, de amor, y de traición). La novela se sitúa en un futuro llamado la
sociedad Bitchun, donde la energía es gratis, el dinero no existe, y es fácil sacar una copia de la mente propia y meterla en un clon. Un asesinato no es sino una inconveniencia, y puedes vivir todo el tiempo que quieras llevando tu cerebro de un clon al siguiente.
Sin dinero, la sociedad se basa en el concepto de
whuffie una especie de karma barrapuntero que recibes o pierdes en función de cómo te percibe tu entorno. Además, todo el mundo está conectado todo el tiempo a través de una conexión cerebral. El Epcot Center de Orlando se constituye en epítome de esa sociedad, donde todo trabajo es voluntario, y todo se gobierna a base de adhocracias (un concepto
del que hablé hace tiempo, y del que ha hablado también
jomaweb). Y el protagonista, Julius, va a caer en un ad-hoc que gobierna La Casa Encantada y la mansión de los presidentes. Lo asesinan (pero tenía copia de seguridad reciente), y otro ad-hoc aprovecha para hacerse con esa casa. Y eso sólo es el principio.
El libro, a pesar de tener algunas ideas poco justificadas (¿energía gratis? Nunca vamos a estar más cerca de ese concepto de lo que estuvimos ayer), una economía puramente basada en prestigio, está bien hilada y resulta bastante entretenida. Los personajes, a pesar de comportarse hasta cierto punto como niñatos americanos (todo es superficial, los asesinatos dan mal rollo, pero ya está, nadie es culpable de nada o de casi nada), son bastante creibles. Mejor el principal que los secundarios: Lil y Dan son bastante planos.
Es lo que tiene ir a un libro con pocas expectativas: se siente uno más satisfecho luego, con que esté medianamente bien traido. Es, además, una buena novela, y se nota el entusiasmo y la reflexión sobre una serie de temas de actualidad. Lo que no sé es como envejecerá esta novela; posiblemente mal. Pero dentro de 20 años, todos calvos (y lo de energía gratis, ni de coña).