2005-05-26 11:42
Cuando uno leía de joven en las novelas de Frederick Forsythe las historias sobre satélites espías, le parecían, precisamente, eso, historias de novela de espías. Por eso, usar
Keyhole da una sensación de eso, de ser
Ryan o
Bauer (Jack ambos) y estar tratando de buscar al malo maloso entre, pongamos, las gradas del
Santiago Bernabeu.
Lo que ocurre es que puede que sea así dentro de un par de años. De hecho, usando este programa hoy cualquier persona tiene acceso a información que hace diez o quince años sólo tenía la
Cia. Hace veinte o treinta, ni ellos: los primeros satélites fotográficos iban lanzando carretes sobre el mar, que un barco de la marina tenía que recuperar. Evidentemente, se tardaba más de un día y más de dos en llegar a la mesa de los que tomaban las decisiones. No sé el retraso que tendrán las imágenes de Keyhole o de Google Maps, pero lo sorprendente es que, por 30 dólares, caray, tienes lo mismo que el presi de los USA hace unos cuantos años. Es como la ley de Moore aplicada a la información: la información disponible en cada escalón social/político se duplica cada 18 meses.
De donde se deduce que, en un par de años, tendremos información en tiempo real, posiblemente incluso video streaming. Si no es en tiempo real, con un cuarto de hora de retraso. Situaciones como la siguiente no serán tan raras:
"Nene, dónde estás" - el papi
"Estoy aquí, con los colegas, tomándome un café en una terracita"
"Dime dónde"
"Pues en la esquina del palacio de deportes"
"Saluda"
"Hola, papi" Y agita el brazo
"Vale, muchacho. Ya te he visto por el satélite. Hala, taluego"