2005-05-29 20:28
Parece que soy de los pocos que quedan por leer este libro. Se lo han leido
PJorge,
Palimp y
Psicobyte, el prestatario.
Con Heinlein ya sabes más o menos lo que te vas a encontrar. Heinlein es tremendamente coherente, y todos sus libros, e incluso sus cuentos, vienen a ser una puesta en escena de sus ideas político-morales; viene a ser un libertario, en el sentido americano del término, es decir, un ultraliberal: ausencia total de gobierno, y decisiones tomadas por los más adecuados en cada momento.
En este libro pone en práctica esas ideas en una Luna que, de colonia penal, se convierte en hija rebelde de la Tierra. Un curioso grupo de revolucionarios, que incluyen a un ordenador pensante, Mike o Mycroft, un técnico de computadoras, Manolillo (Manny para los amigos), un profesor llamado Bernardo de la Paz (¿es así en el original?), y una chica cuya descripción me recuerda a la Tormenta de la patrulla X, pero que se llama nada menos que Wyoming. Como figurantes, el resto de la población de la Luna, y algún que otro representante de las naciones federadas de la Tierra.
No sé qué decir. La novela está bien, aunque al principio se hace un poco farragosa; y, a veces, las discusiones políticas son sólo para adeptos (pero más soportables que en
Forastero en Tierra Extraña). Al final comienza la acción, y es cuando se hace más entretenida, aunque no acabo de estar muy de acuerdo ni con cómo se lleva a cabo ni con la conclusión.
En fin, que si te gusta Heinlein, no te acabará de disgustar. Si no te gusta, no te la leas, léete mejor
Puerta al verano. O
Todos vosotros zombies, su mejor relato.
No he encontrado muchas reseñas por la blogosfera, pero si
una referencia a la ideología de Heinlein. Fuera de la blogosfera, por supuesto, en
la tienda de CyberDark (donde puedes aprovechar y comprártela), en
Nostromo, en
Dreamers y en
Bibliópolis, donde la ponen tirando a mal.