2005-06-29 11:24
Una de las principales habilidades del viajero espabilado es dominar el transporte público del sitio donde se encuentra. Pero, a fe mía, que hacerlo aquí es un tanto complicado. La principal compañía es
Lothian Buses, aunque hay otras más. Y la complicación no es porque los autobuses tengan dos pisos y la parte de arriba se menee mucho, sino por el problema a la hora de pagar.
Vayamos por partes. Si te montas en el autobús, el billete de adultos vale 80 peniques. Pero no devuelve cambio. Si son más de ocho o 9 paradas, son una páun. O sea, que antes de montarte, tienes que averiguar de cuántas paradas se trata, sobre todo porque
no devuelven cambio. Si no tienes cambio, te fastidias. Eso es lo que hay. Si te montas con un billete de doscientas páuns, y lo metes en la rendija (es una rendija lo que hay, al lado del conductor), ah, se siente. No hay cambio.
Tampoco hay transbordo. Tienes que ir a un sitio separado por una parada del sitio donde te deja el primer autobús, pues ya se sabe. Pagas otros 80 peniques, o una páun, o lo menos gordo que tengas.
Ni bonobuses. Bueno, de hecho, si los hay. Unos de 20 viajes que cuestan 18 páuns. El avezado lector se habrá dado cuenta de que sale cada viaje a 90 peniques, con lo que, de hecho, el viaje te puede salir más caro que si lo compras en el propio bus. O un pase de día, de 2.30 páun, que puede salir rentable sólo si haces más de tres viajes. O un pase de semana, que sale rentable sólo si haces más de 3 viajes al día. Al final se encuentra uno haciendo más viajes de la cuenta, o bien yendo a patita a todos lados, que, total, así hace un pantorrillas fuertes para poder ponerse luego el kilt.
Por cierto, que las fotos siguen subiendo a
mi cuenta en Flickr.
Próximamente, hablaremos de los excusados, vulgo váteres.