2005-11-09 09:54
Supongo que conocéis la
ley de Metcalfe, que viene a decir que el valor de una red crece con el cuadrado del número de nodos de la misma. Y no sé si conocéis la campaña actual del operador móvil Movistar en España: se basa, simplemente, en el hecho de que como Movistar tiene en España el trozo mayor de la tarta de usuarios, y es más barato llamar dentro de los móviles del mismo operador, las empresas deben pasarse a Movistar.
El razonamiento es bastante simple: la distribución probabilística de los móviles a los que tiene que llamar una empresa es, a priori, la misma que la de la población en general. Por lo tanto, en un momento determinado, siempre es más conveniente estar en el operador que sirva a un porcentaje mayor de la población. A la vez, Movistar (o sea, Telefónica), se aprovecha de esa misma posición dominante cobrando más por interconexión de otros operadores que de sus propios móviles. En realidad, cada empresa hace lo mismo; lo que ocurre es que sólo puede sacar ventaja de ello la operadora dominante.
Precisamente casi todas las ofertas de las operadoras móviles se basan en la ley de Metcalfe, y en usar al propio usuario para extenderla. Los grupos
QTal de Vodafone, por ejemplo, tratan de usarla en la parte local de la red del usuario (la egonet de la que hablamos en
aquella historia sobre egonets en la blogosfera).
Las redes tienden a convertirse en
monopolios naturales, pero claro, si le echas una manita, tampoco pasa nada. En este caso, no sé si la comisión del mercado de las telecomunicaciones debería imponer una estructura de costes a las empresas, para que no cobraran más a los de las redes ajenas que a las propias; si no, basta con que una compañía destaque un poco, para que se tienda a ese monopolio. Pero eso sería en el mejor de los mundos posibles, claro.