2005-11-16 14:21
Si sois aproximadamente como yo, y el que vengáis por aquí de vez en cuando me dice que si, estaréis suscritos a unas ochocientas listas de correo. Nada más fácil que hacerlo: metes tu dirección de email, llevado por el interés momentáneo, y listo.
Sin embargo, es hecho demostrado que la suscripción de una lista de correo persiste de media unos 3.5 años después de que el interés por el sujeto de la misma haya desaparecido; también, en media, unos 2.5 años despueś de que uno recuerde porqué diablos se suscribió, y unos 5.6 años tras el último mensaje enviado a la lista (que, posiblemente, pudo ser ese de "Hola, me llamo Pepito, y me he apuntado a esta lista"). En muchas listas "durmientes" el envío de un mensaje desencadena una oleada de desuscripciones, cuando la gente se da cuenta de que, efectivamente, está suscrito a la lista de estudiantes-solteros-residentes-en-Pontevedra, 10 años después de dejar de ser las tres cosas.
Recuerdo que
Luistxo en
WebDosBeta hizo una encendida defensa de las listas de correo; los datos anteriores también demuestran que no sólo están ahí, sino que son posiblemente el software social más longevo que existe. A algunas de las listas a las que estoy suscrito posiblemente llevan ahí, no sé, 6, 7, 8 años, y todavía están ahí, dale que te pego.
A veces eliminar una suscripción da pena. Es una medida de pura salud mental tratar de que tu correo normal que pasa los filtros antispan supere el spam; cuando suceda lo contrario se llegará al fin del universo, tal como lo conocemos. Por eso, a veces cuando eliminas una suscripción, de pronto el equilibrio se altera, y corres a suscribirte a otra.
También puede suceder otra cosa mucho más terrible. Que de repente pase una hora, o dos, sin recibir ningún mensaje. Pero es un suceso tan impensable, que prefiero no pensar en ello. Qué repelús.