2005-12-11 12:08
Christopher Boone, el narrador autista de
El curioso incidente del perro por la noche, usa también algo parecido a la
traficomancia para establecer su estado de ánimo para el día. Odia el color amarillo (evitar tocar cosas de color amarillo, por ejemplo), así que ver cuatro coches amarillos hacen que el día se convierta en un
día negro, y que no coma nada. Sin embargo, cinco coches rojos lo hacen un
día super bueno, y se imagina que le van a suceder cosas maravillosas.
Esto, claro está, tiene muchas lecturas; los autistas necesitan estructurar su existencia de forma muy cuadriculada, y hacen lo posible por saber de antemano lo que les va suceder, hasta el minuto, si es posible; Christopher, por eso, usa estos trucos. También es curioso como esa idea que yo lancé en broma, hace tiempo, ha sido
descubierta también por otras personas. Debe ser el espíritu de los tiempos.