2005-12-16 21:00
La mesa redonda se puede resumir así: De una forma o de otra, la publicidad/propaganda/comunicación usando o abusando de las bitácoras va a ser (o es) un instrumento fundamental para la empresa de cierto tamaño en el año que viene.
La publicidad nunca se destruye, sólo se transforma. La publicidad viral o de guerrilla es publicidad con un rostro humano (o con una máscara humana) y el santo grial de la publicidad es, parafraseando la canción de Loquillo (de cuando Loquillo y Sabino hacían buenas canciones) "buscar en la sombra alguien que hable para tí". Si un señor cachas te dice en un cartel mientras esperas el autobús "Si te pones esta colonia vas a ser la alegría de la huerta", el mensaje normalmente te resbala. Si alguien te cuenta en su bitácora el efecto fulminante que ha tenido tal colonia sobre su vida social, es más probable que te lo creas.
El problema es si luego resulta que no sólo el fabricante de la colonia le regaló la colonia al bitacorero que habló de ella, sino que el mismo fabricante llamó a TeleAmig(o|a)s y le proporcinó esa vida social de la que habla. Seamos confiados y pensemos que tarde o temprano ese tipo de cosas se acaban descubriendo, o pensemos que el bitacorero en cuestión va a aclarar esa y más cosas, y, por tanto, lo más que te vas a creer de él es que si se echa la colonia huele diferente, y que tener una bitácora sirve para que a) te regalen colonia y b) te regalen una vida social.
La cuestión es, creo yo, que no existen continentes vírgenes en internet, y la blogosfera no va a ser una excepción. La blogosfera crea
Mojo, una divisa que se adquiere con dificultad, y se pierde con bastante facilidad. Tienes
mojo si tienes credibilidad; si tu empresa sabe manejar bien el
mojo, entrando en la conversación con los clientes, y, sobre todo, creando conversación, la blogosfera, en general, comerá en tu mano. Google no solamente participa en la conversación, a través de sus bitácoras, sino que crea conversación. El
Mojo de Google es inagotable, y tanto él como Yahoo! han entrado en una dinámica de adquisición masiva de Mojo a través de adquisiciones monetarias de empresas con Mojo (como
del.icio.us) que les hagan, por un lado, controlar donde sucede la conversación y, por otro, generar Mojo a base de generar conversación.