2006-01-12 09:33
Como consecuencia de la prohibición de fumar en los centros de trabajo, todos los bares de facultades y escuelas técnicas (superiores o no) se han convertido en espacios sin humo. Y lo que se ignora en general es que los grandes descubrimientos de la ciencia mundial se han hecho en las cafeterías de las facultades, donde alguien que está echándose un cigarro se encuentra con otro alguien que está jugando al mus, y otro que ha bajado a tomar un café, se poner a discutir sobre, digamos, las supercuerdas, y acaban con el premio nóbel en Química.
Sin embargo, ahora el que fuma no va a ir al bar de la facultad. Llegará rapidito, se tomará el café, e irá a la pu(er)ta calle, sitio mucho más inhóspito y carente de servilletas de papel donde hacer cálculos improvisados (¡en algunos sitios ni hay cobertura Wifi!). El que juega al mus no encontrará compañeros de mus, y el que toma café y no hace ninguna de las dos cosas, ante la falta de sincronización, montará una puntocom y se dedicará a forrarse, en vez de empeños más elevados.
La ciencia española tardará siglos en recuperarse.
Antes de que alguien se me cabree, esto es una broma. El titular es sensacionalista. Y pretende sólo entretener. Lo que digo para que surta los debidos efectos.