2006-05-01 19:54
Este libro cuenta la historia de la
sublevación cantonalista de Cartagena, durante la
primera república española, desde diferentes puntos de vista, uno de los cuales pertenece a la persona que le da título, Mr. Witt, un ingeniero naval inglés, casado con una española, Milagritos, a la que también se le da voz una vez a lo largo de libro. También aparece Eladio, un médico cuya única aspiración en la vida es esperar que muera su padre, Vila, el segundo maquinista de una fragata (o una corbeta o algo de eso: un barco que pega tiros, vamos), y otros personajes, a través de los cuales se va viendo la evolución de la revolución, desde la ilusión inicial, hasta los estragos causados por el asedio y las propias luchas internas.
Aunque ninguno de los personajes
lleva el relato, el personaje al que más vuelve es a Mr. Witt, o Mr. Güí, que además, aporta un punto de vista más o menos neutral, aunque elevado: ve a la sublevación como cosa de nativos, pero la apoya por su amor a Milagritos, aunque trata de buscar razones del entusiasmo de milagritos por la sublevación en retazos de la relación que Milagritos tuvo con un primo suyo, un revolucionario poeta.
La historia de todos los personajes está bien entretejida con los hechos (supongo que históricos) que describe, y acaba uno tomándole cariño a la última tabernera y hasta al Hozé. Además, los hechos se narran siempre desde dentro de Cartagena, con lo que el tono, aunque pretendidamente neutral, en realidad es más favorable a los cartageneros que a la república, que aparece sólo en forma de los barcos que tratan de luchar con la flota cantonal, y de los cañonazos que acaban estrellándose en las diversas zonas de la ciudad.
No sé si pretende que se saque alguna moraleja de este relato, que se escribió poco antes de comenzar la guerra civil, en el 35. Si acaso, que si vas a revelarte, mejor que sea en un sitio donde haya muchos barcos de guerra (siempre que acaben apoyándote, claro), y que hechos nimios, como el amor de una persona por otra, pueden crear, o dar al traste con la misma revolución.
En
página sobre las vanguardias se puede leer una pequeña reseña, también en
Red Aragón.