2006-06-11 14:55
Ayer tuvo lugar la KDD Flickr-Bloguera más grande de la historia reciente. Al menos mientras nadie diga lo contrario. Y como se trataba de hacer fotos, más de las habituales en este tipo de saraos, lo suyo es resumirla en 10 fotos. La cosa comenzó cerca de la
Puerta Elvira, haciendo fotos, en un bar que no supo estar a la altura de las circunstancias, aunque las albóndigas estaba n buenas (y yo tengo una muestra representativa, porque me las zampé casi todas). Estuvimos
Antonio Casas,
Psicobyte con su
calcomanía copyleft,
el maestro de ceremonias Ark y
Guille The Legally Blonde,
SJaces The Master Jedi Of Photography,
The Assistant Master Jedi Of Photography Victoriano,
Ferguson I el canónico, y servidor de ustedes y picapedrero.
Siguió como siguen estas cosas, subiendo por el Albayzín, el carril de la lona, por el que llegamos a San Miguel Bajo, donde yo no estaba al menos desde las Cruces de 1995 o así. Allí nos obsequiaron con un
concierto de Didgeridoo en La Mayor bastante sostenido, y un clave considerable, por lo que procedimos hacia la Plaza Larga, donde nos obsequiamos en
Casa Pasteles con una ronda de ídem.
De ahí, al mirador de San Nicolás. ¿Qué sería de una sesión fotográfica sin unos cuantos de petabytes ocupados con fotos echadas desde el mirador de San Nicolás? Lo que ocurre es que nos fijamos más en las
señoritas-con-una-de-ellas-a-punto-de-dejar-de-serlo con penes,
gente que saltaba encima de los aljibes, y la
foto de familia, claro. Una de ellas.
El último bebercio y fumercio al que llegamos antes del fin del la pre-kdd y comienzo de la KDD fue
la tetería del Bañuelo, donde aprendimos que se pueden hacer efectos especiales sin ayuda del ratón y que se puede fumar la mermelada de fresa, hasta que, finalmente, por el
paseo de los tristes prosiguió la campaña, que terminó en el
Hannigan, donde
alguien se llevó un
ordenador de la señorita Pepis que dejó a todo el mundo embobado incluyendo a
Campanilla y
Boris, que se incorporaron en ese momento). Yo no, porque ya me había ido.
Ah, se me olvidaba. Como somos gente de bien, fuimos todos
calzados. Hasta la próxima.