Atalaya: desde la tela de araña

2006-06-20 18:20 Segundo de la serie, en este caso con una serie de tips & tricks para sacarle el máximo partido a tu estancia en Disneylandia.
La primera cuestión es qué diablos se puede hacer en un parque, sobre todo si has sobrepasado los 40 y no te apetece hacerte fotos con Mickey (aunque puede que si te apetezca con ElastiGirl). La cuestión es que Disneyland es un parque para todas las edades, pero no necesariamente todas las atracciones son para todas las edades, aunque uno quepa en todas. Las hay para niños muy pequeños, para niños pequeños, para niños, y algunas que, directamente, no son para niños. Entre estas están las diversas montañas rusas. Bueno, pues directamente olvídate de ellas. Aunque tienen un servicio para que la pareja se quede con los ninios esperando al resto de la pareja mientras se sube, y luego el partenaire no tenga que esperar cola, la cuestión es que los niños van a estar todo ese rato que tú te subes haciendo cola, y esperando por partida doble pidiendo subirse de nuevo en el tiovivo o en el carrusel de Dumbo. Así que olvídate.
Lo que me lleva al tema de las colas. Hay colas. Muchas colas. Colas para todo. Colas inevitables, en muchos casos. Se pueden evitar en caso de algunas atracciones, donde, muñido de un FastPass, o pase que dan si te alojas en uno de los hoteles de Disneyland, puedes pedir hora en uno de los cajeros automáticos. Ojo, esos pases se suelen acabar aproximadamente a las 3 o 4 de la tarde, así que una táctica buena es dejar a toda la familia montándose en Dumbo o en la de Blancanieves o alguna pastelosa similar, y darse un garbeo por todas las atracciones con FastPass para sacarse los pases correspondientes. Imprescindible llevar un un libro por si hay alguna cola más larga de la cuenta.
La siguiente cuestión es la comida. Una comida rápida de hamburguesas y patatas, porciones pequeñas, para una familia de 5, son 40 lerus. Así que una táctica ganadora es aprovisionarse en el buffet de la mañana de diversos embutidos, panes, mantequillas y fruta para aguantar toda la mañana y todo el día si es necesario. Otra estrategia alternativa, si no quieres que te miren raro cuando te lleves 10 rebanadas de pan y cuarto y mitad de chopped del buffet es llevarse una chistorra y par de fuets de casa, y una panarra campesina de las que no se ponen duras. Todo puede ser que te la expropien en la aduana, pero da igual.
Acostúmbrate también a tu gemelo maligno. Tú, que has elegido con suma habilidad la fecha del viaje para que el parque esté tranquilo, y no haya demasiado follón, te encontrarás con él en la cola del embarque de tu ciudad de origen, y luego, sucesivamente, en el buffet del hotel, en la cola de Star Tours, una vez más haciéndose una foto delante del castillo de Cenicienta, y varias veces más a intervalos de dos horas, hasta que lo vuelvas a ver en la cola de embarque de Orly (o el que sea) y se siente dos asientos detrás tuyo en el avión que te devuelva a tu ciudad de origen. No, no es un policía municipal secreto que te está siguiendo. Es así. No pasa nada.
Finalmente, las atracciones. Las hay chulas y las hay pastelosas. Si llegas a una atracción y tiene 5 minutos de cola de espera, es que es de las segundas. Puedes evitarla, pero no te queda otro remedio que ir por el hecho de que todas las demás, a las que si quieres ir, están llenas y tienen una cola de 45 minutos y no has tenido la previsión de obtener un fastpass. Así que ve y trata de disfrutarla. Pero no nos digas luego que en las atracciones que hay menos cola son las más guay, que no cuela.