2002-12-10 20:13
Ya hemos hablado de la
creación de contenido en Internet en otras ocasiones; crear contenido incluye muchas formas de expresión diferentes, pero la mayor parte de los mortales se ve reducida a usar lo que le enseñaron de pequeños: las palabras; algo que se aprende ya a usar antes del año (Charete, mi hija pequeña, decía hola con 7 meses, eso sí, la segunda palabra no la dijo hasta pasado el año).
Todos sabemos que las palabras son aire y al aire van (y también sabemos que esa frase la dijo Becquer. ¿O fue
Willie Colón?); las palabras escritas tienen algo más peso. Las palabras en internet, quizás tienen algo más, porque la internet se acuerda de todo, y lo que has dicho un buen día en sepa Dios qué inconfesables circunstancias vuelve a buscarte diez años más tarde. Las palabras, además, tienen un poder de evocación mucho mayor que la imagen. Cuando uno ve una imagen, se lo están contando todo; cuando lee, se imagina al que escribe, lo que está describiendo, la voz de los personajes, la atmósfera que los envuelve.
Lo que se escribe en Internet tiene eso, pero tiene algo más: los enlaces. Internet es de por sí hipertextual; es una maraña de páginas enlazadas unas con otras; no sólo palabra estática, sino un viaje de unas palabras a otras; palabras que algunas veces tienen relación y a veces no. Por eso es importante no partir esa cadena; cada página es un hito en un viaje, y, desde mi punto de vista, es mejor tratar de hacerlo lo más suave posible, enlazando, por ejemplo, páginas que tengan un mismo idioma (así contesto a
fernand0, que plantea en qué idioma escribir nuestras bitácoras; mi respuesta: en el que uno se sienta más cómodo, y en el que sea más adecuado; una bitácora es una antesala a un viaje, y el mobiliario debe adecuarse al destino) y comentando lo que uno se va a encontrar, para que el lector evoque de antemano si le conviene seguir ese camino o no.
Y de vuelta de la internet a la realidad, los hiperenlaces se están convirtiendo en una especie de memoria colectiva; la gente tiende a recordar menos, y a decirte, por ejemplo, dónde encontrar algo, o qué cadena de búsqueda hay que usar en google para encontrarlo, o en qué opción de un menú se le puede encontrar; los mensajes de correo electrónico tienen muchas veces enlaces, y no sólo cuentan algo, sino que te invitan a viajar. A la vez, los hiperenlaces permiten contextualizar una idea, ponerla en perspectiva, y te obligan a basar una argumentación en algo sólido (o no); o, al menos, algo que alguna otra persona ha dicho antes.
Todos los científicos se han subido en hombros de gigantes para crear algo nuevo; de la misma forma, la palabra en internet tiene que apoyarse en el resto de las palabras que ya hay escritas para construir a partir de ahí, y aportar algo nuevo. Eso parecer que está pasando
en la blogosfera hispana, a partir de la propuesta de fernand0. Y, a partir de aquí, veremos a donde llegamos.