2006-08-14 19:19
Parece que fue ayer cuando puse
aquellas fotos de la
segunda KDD bloguera granadina, y han pasado ya un par de años, en los que acabé pagando por una cuenta Pro, y ya tengo 2000 fotos, algo así como tres fotos cada día.
Al final, mi
cuenta flickr se ha convertido en una especie de fotolog, donde se ponen cosas que no tienen nada que ver con esta Atalaya, y donde voy aprendiendo de maestros como
Alhambra2006,
El Francotirador de la Cámara y, por supuesto,
Victoriano. Por alguna razón, la foto de
Fernando haciendo cosas ilegales se ha convertido en la más popular, aunque la más vista es
la de un móvil saliendo de una caja, por razones que se me escapan, incluso por encima del
momento paparazzo. La que suscitó una discusión más viva fue
esta metafoto, aparentemente por el deseo del honorable de más detalles sobre el trabajo del fotógrafo de prensa y del zapatero del Ideal (el que viste los pies de foto).
Lo que viene a ser una lección sobre la popularidad. Las mejores fotos no son las más populares, y hay fotos que a mi, personalmente, me gustan mucho, pero que no tienen más de 10 visitas. Esta de
una araña contra la puesta de sol tiene unas pocas más, pero nada comparado con fotos de
paquetes que vienen de Amazon.
Lo que si hay son
puestas de sol. A ver, cada loco con su tema. No hay tantos amaneceres, pero también alguno que
otro.
Mientras tanto, Flickr también ha cambiado. Las primeras fotos que subí tenían un ID de 6 cifras, y ahora ya tienen 9. A este paso, van a tener su particular
Efecto 2000 cuando lleguen a la foto número un billón. Pero la percepción de Flickr también ha cambiado: de un sitio donde se pueden subir las fotos cómodamente, a un sitio donde
estar, ir a ver las magníficas fotos de la gente (vean
mis favoritas, por ejemplo), charlar un rato, ver mundo.
Si tuviera que renovar ahora mismo la suscripción, no lo dudaría; pero me queda todavía más de dos años y medio. ¿Cuántas fotos tendré para entonces?