2006-08-19 17:30
Me hace gracia ver entradas como
ésta, que hablan de los blogs como el quinto poder. Sobre todo porque, como digo en un comentario, eso de la separación de poderes puede que sirva para los americanos, pero aquí en ésta realidad nacional, es más complicado separar un poder de otro. El legislativo, ejecutivo y judicial son más o menos la misma cosa, con el judicial un poco separado de los otros dos, pero no tanto como debiera. El cuarto poder, que es la prensa, tampoco se puede decir que esté demasiado separado del legislativo y ejecutivo, al menos en su conjunto. Y, en todo caso, están alineados con unos u otros del legislativo, es decir, con los partidos políticos. Y los blogs rara vez son fuente primaria de una denuncia del legislativo, ejecutivo, judicial o del 4º poder. O del poder oculto que gobierna a todos ellos, que vaya usté a saber quién es o si existe o qué...
Es más, supongamos que ocurriera. Un blog descubre que un periódico está engañando a sus lectores, o que un político es un corrupto y lo es tanto que ni siquiera sale en los periódicos. ¿Qué ocurriría? Incluso aunque saliera en
Barrapunto,
Menéame,
eCuaderno y
Microsiervos, lo más posible es que no pasara nada. El político no dimitiría (recordemos que
los políticos no dimiten) ni el periódico rectificaría (a no ser que pasara algo gordo: pasara por el defensor del lector, que
es un mecanismo interno del periódico).
Lo de los blogs está bien, es una forma de ocio y de comunicación, pero como creadores de opinión, por ahora, en España, tienen un poder nulo. Ni Internet tiene tanta implantación en España, ni los blogs alcancan a tantos internautas como nos gustaría. España no es Estados Unidos ni Corea. Igual,
ni falta que hace.