2006-09-29 20:22
Hacemos doblete de Sacco (con
Gorazde). Cómic muy similar en estructura a los demás: narración en primera persona de testimonios personales, principalmente de palestinos, a principios de los 90. El autor, a través de intérpretes y de otros contactos personales, recoge testimonios de la opresión a los palestinos por parte de los israelíes, pero también de la opresión religiosa de unas facciones palestinas a otras, la situación de la mujer, de los jóvenes... Es un cómic honesto, narrado desde el corazón y desde el estómago, donde el autor no ahorra expresiones del tipo "Otra historia de tortura más, qué aburrimiento". Pero que, a la vez, se fija en una serie de personajes, como Sameh, el profesor de educación especial; Jabril, que vive en un campo de refugiados, el fotógrafo japonés Saburo o el fotógrafo palestino Saleh.
Para mi, el capítulo más impresinante es el titulado "Presión moderada", donde describe la detención, tortura, y juicios de de Ghassan, un palestino padre de dos hijos, sacado de su casa y puesto en prisión sin ningún tipo de causa. La historia, desarrollada en una serie de páginas con viñetas cuadradas, va haciéndose cada vez más opresiva, aumentando el número de paneles por página, 6, 9, 12, 16, 20... el panel final muestra una calle en la que dos hassidim discuten, una pareja se besa, un colono pasea con su fusil al brazo, alguien se come un bocadillo, y un señor de edad simplemente camina, totalmente ajenos a la barbaridad que acaba de suceder a unos pocos metros. Es absolutamente magistral.
Este libro es necesario. Una vez más, te acerca al problema palestino, sin buenos ni malos, sin superioridad moral de un bando sobre otro, y sin dar soluciones fáciles. También hablan los israelíes, pero no se trata de dar un punto de vista equilibrado. Lo que ocurrió, ocurrió, y los culpables son culpables. Cada cuál, que cargue con su propia responsabilidad.
Podéis leer una
reseña en HisLibris. La
guía del cómic incluye varias, generalmente positivas, y a
Perdiendo momentos también le gusta. En resumen, que incluso aunque no te guste el cómic, imprescindible.