2006-10-09 19:57
Seguro que alguna vez en la vida te has preguntado cómo se hace ese delicioso guacamole que probaste alguna vez en un mejicano. Si no lo has hecho, este es un buen momento para hacerlo.
¿Ya lo has hecho? Pues me alegra que me hagas esa pregunta, porque aquí, sin ir más lejos, te vamos a dar la respuesta.
Empecemos por los ingredientes. Aunque te digan lo contrario, los ingredientes son lo más importante de una receta. Por ejemplo, en una tortilla de patatas lo más importante son la tortilla y las patatas. De la misma forma, en un guacamole a la jienense, lo más importante es el guacamole y lo jienense. Asegúrese que, antes siquiera de leer esto, de pensar siquiera en hacer un guacamole a la jienense, tiene ambos ingredientes.
Aparte, hará falta lo siguiente: un par de aguacates. Esto no es tan importante. Si no los tienes, puedes comprarte un tarro de guacamole mexicano en el centro comercial más cercano, quitarle lo mexicano y ponerle lo jienense. Pero bueno, lo cierto es que los aguacates le dan al guacamole a la jienense un je-ne-se-quoi que es, precisamente, eso.
A lo que íbamos. Aguacates. Los aguacates deben de estar blando, cremosos. Es decir, maduros, pero sin llegar a estar negros. Si están negros puedes usarlos en tu próxima asistencia a un concierto, para lanzarlos hacia el escenario y/o desecarlos y fumarlos. No garantizo los resultados ni de una ni de otra cosa, por eso, precisamente, es mejor cogerlos antes de que estén negros (y, por supuesto, antes de que estén negros
y con pelusilla blanca) para hacer guacamole.
Si están duros, no puedes hacer guacamole. Puedes hacer un tope para libros, una escultura conceptual, pero no guacamole. Tendrás que esperar hasta que estén blandos.
Siguiente ingrediente: aceite de oliva virgen extra. De Úbeda. Unioliva, a ser posible. Vale de Baeza, de Martos, e incluso de Mancha Real, y seguirá siendo guacamole a la jienense. Pero no será, bueno, eso.
También es importante el cilantro. Yo los he hecho durante mucho tiempo con cilantro en semilla, machacado en el
almirez. Pero sabe aproximadamente a nada. Y menos el mío, que caducó en el 2004. Es que llevo mucho tiempo haciendo guacamole. Es mejor el cilantro en rama, que también puedes comprar en algún centro comercial o en el mercado de abastos. Por cierto que tiene una tendencia considerable a pudrirse, con lo que lo que te sobre, congélalo (como el perejil), no pasa nada. Tampoco es imprescindible el cilantro. Puedes sustituirlo por un poco de limón exprimido. No es lo mismo, pero da el pego.
Qué más. Ajo. En dientes o en botecito de ese que viene ya picado. Los dientes, más aromáticos, y los otros, menos, pero a la hora de eructar una hora más tarde te va a dar igual.
Y cebolla. Para los dos aguacates, 1/8 de cebolla mediana. Menos si lo vas a hacer para varios días, porque según va pasando el día, aumenta el sabor a cebolla, y al día siguiente el sabor a cebolla ha devorado prácticamente al resto. También, a gusto del consumidor. Hay gente, no sé por qué, que no le gusta la cebolla.
También pimiento picante de la Vera (si no tienes chile, que se supone que no tienes, y el pimiento de la vera hace el mismo efecto). Picado. Y por último, sal a gusto.
El resto es fácil. Se pela el guacamole (si se desprende la piel fácilmente, es que está en su punto), se echa todo en la turmix, y se muele hasta que quede uniforme. Deberá dar algo como lo de la foto. Que vale, tiene una pinta asquerosa. También te lo podía haber hecho todo planito y con una ramita de cilantro, pero ya oía desde el salón los rugidos de hambre de la familia. Que es lo que importa. ¿Es que no pensáis en los niños?
Puedes añadirle tomate de mata picado fino, si es que te gusta. Le da una textura bastante buena.
Y vamos a lo siguiente. Los totopos. Vienen a ser como los doritos, pero de verdad. También se pueden encontrar en los grandes almacenes, y tanto los Casa Fiesta como estos, están bastante buenos. También los Doritos, pero solo los que no tienen sabor. A las malas, puedes usar unos tex-mex o los que encuentres, pero, en serio, no es lo mismo.
Y finalmente, el queso. Originalmente usan
queso Cheddar, que no sabe absolutamente a nada, así que yo aconsejo un emmenthal, o un manchego semicurado rallado de toda la vida. También se puede encontrar en cómodas bolsitas, ya rallado. Se echan ambos en un recipiente, y sacudes un poco para que se mezclen. No mucho.
Lo dejas dos minutos en el microondas (para una bolsa de queso y una bolsa de totopos), y hala. Los colocas en el centro de la mesa, y se sigue el conocido protocolo de cuchará cortijera, es decir, se coge un totopo, se moja en el guacamole, y se da un paso atrás, con lo que se asegura una distribución equitativa de ambos entre los voraces comensales. Igual con el queso, que tiene cierta tendencia a pegarse a sí mismo, y el primero que tire se lo lleva todo...
Finalmente, si queda guacamole, se le pone el hueso que se ha guardado, y se mete en el frigo. Se puede usar para ensalada, o comerse a cucharadas, según apetezca.
Si no queda nada, se pone el hueso igual y se hace la foto: