2006-10-11 13:17
Este libro es del tipo de libro que no habría cogido en circunstancias normales ni con pinzas, pero si no encuentras nada más interesante en la biblioteca, es una de las pocas ocaciones en que tienes el carnet, y está ahí, nuevecito a estrenar en el estante de
novedades, pues es una opción; y una vez prestado, te lo lees, aunque sea por vergüenza.
Lo cierto es que tiene una cierta continuidad temática con los
últimos que he leido, va de guerra, y, en consonancia con el zeitgeist, de guerra civil, pero de la
americana. Viene a ser como
Manhattan Transfer de la guerra civil: una novela coral que cuenta, desde diferentes puntos de vista, la marcha del ejército del
general Sherman a través del corazón del sur, hasta el final de la guerra. La más interesante, desde mi punto de vista, es Pearl, una adolescente, hija bastarda de un propietario sureño, y que es de tez blanca, aunque ella se siente, evidentemente, de su propia raza; al principio se hace pasar por niño, pero poco a poco va evolucionando, desarrollándose, y encontrando el amor en la persona de un pilluelo irlandés que acompaña al ejército. Aparece también el propio Sherman, Will y Arly, una pareja de condenados a muerte sureños, que son liberados por el ejército unionista en su avance, y que van oscilando entre los ejércitos del sur y del norte en los vaivenes de la guerra; también Wrede Sartorius, un médico militar de origen alemán, Pryce, un periodista inglés, Kil Kilpatrick, un oficial que es pillado literalmente con los pantalones bajados en un contraataque de los confederados, y así sucesivamente.
No llega a ser una novela de guerra al uso, porque siempre son más importantes las personas que la acción de combate; y más que hacer énfasis en los horrores de la guerra, resalta lo absurdo y caricaturesco, y, sobre todo, el hecho de que vencer en una guerra no supone ningún tipo de superioridad moral ni ética sobre los vencidos. En esta novela, los unionistas vencedores violan, queman y arrasan, desprecian a los negros igual que los del sur, y, en general, están en la guerra más por el beneficio personal que por ideales de paz o de justicia.
En resumen, que la novela no está mal, está bien escrita, en un estilo similar a Faulkner (lo poco que he leido de él), y tanto los personajes como la acción tienen buen ritmo. Así que la aconsejo a quien le guste este tipo de cosas.
Por la blogosfera,
a Jordi Romero le parece un poco más flojo que otros del autor,
Leyendo a la Sombra hace una extensa reseña, con muchos spoilers, y lo califica de bueno, para
Desde Macondo es formidable, y, finalmente
el Moleskine literario cita la reseña que se hizo en Babelia, y lo marca como pendiente.