2006-10-20 09:38
JJ me brinda la oportunidad de expresarme al mundo desde su bitácora. Miles de millones de personas podrán leer lo más profundo de mi alma. Puedo hacer reivindicaciones, llamar a la revolución, mover a las masas o abrir mi corazón. Y hasta rima.
Pero como soy un puto flojo, pues escribo sobre el último libro que he leido y así me ahorro tener que ponerlo en mi bitácora. Mi
maravillosa,
genial,
asombrosa bitácora.
Libro: La Sombra de Ender. De Orson Scott Card.
Después de leer "El juego de Ender" (comentado previamente
aquí) estaba deseoso en leer su continuación: "La Voz De Los Muertos". Pero como me regalaron antes este, pues hala, a tomar por culo la temporalidad.
Veamos. Es "El Juego de Ender" pero con otro protagonista. Un coleguilla de Ender. El
Bean ese, que va de listo por la vida. Bueno, es que es listo. Muy listo. Listísimo. Así que el cabrón se dá cuenta de cosas antes que Ender y le ayuda, con lo cual Ender queda en evidencia, pero sólo lo sabemos nosotros y el Habichuela. Jiji, tenemos secretillos. El libro es como "Perdidos" y similares, donde se entrecruzan personajes y dices: "Leches, esto pasaba antes! Que guiño!" y así parece más interactiva la cosa. El caso es que es exactamente IGUAL al anterior. Niño superlisto,
niña buena, niño malo, nave, pringao!, listo!, escuadrón, batallas, superbatallas, fin. Y pa colmo no explica la parte del final de "El Juego de Ender".
Además, Bean es un poco más
chulopollas que Ender. Más, oh jaja que guay soy, me da igual que me puteen, soy mejor que ellos. Creo que conozco a alguien así y todo. Que cercano al pueblo es el señor Mormón Scott Card.
Y el final es muy Disney.
Veredicto: es un libro clónico al otro, obviamente para que el autor gane pasta. El caso es que está bien hecho. Pero el awesomemeter no revienta.
Se despide pues, el señor Ferguson con las siguientes bellas palabras:
Me cago en Telefónica y en sus routers de mierda, en Digital Plus y su decodificador de mierda, en el capitán Bellick y en la secretaria de mi centro de estudio por hacerme perder la mañana de hoy porque tras una hora de cola "se han roto los ordenadores -la red? -no, los ordenadores".
Pues vale.