2006-11-29 08:14
Quien lleve por aquí un rato sabrá que participo en una microempresa dedicada principalmente a la
enseñanza virtual (o e-learning, o aprendizaje virtual, o enseñanza online, según se mire). Y que, dentro o fuera de la empresa, hemos lanzado
un par de cursos.
Los dos cursos los hemos tenido que retrasar. La matrícula que han tenido ha sido bajísima, ni siquiera ha llegado al mínimo necesario para seguir adelante. Lo mismo ha ocurrido con otros cursos ofertados por el
centro de enseñanzas virtuales de la UGR. Y supongo que con muchos otros cursos de muchos otro sitios.
No descarto que se trate del tema de los cursos, pero lo cierto es que esos mismos cursos, dados de forma presencial, es muy probable que hubieran salido adelante. En su mayoría, los alumnos hacen cursos por una sola razón, y no es precisamente el tema del curso (aunque también influye). El problema creo yo que es, en parte, el hecho de que sean virtuales. Y de que, en general, no se sabe lo que es un curso virtual. Por ejemplo, algunos posibles alumnos me han preguntado si se podían ausentar del curso unos días. O me han dicho que no tenían tiempo. Que puede ser, pero el hecho es que en un curso virtual te puedes repartir el tiempo como quieras, a lo largo del periodo del curso.
En general, la enseñanza virtual es totalmente diferente a la presencial. Está centrada en el alumno, que es el que se administra los materiales, los ejercicios de autoevaluación, y el acceso al tutor o tutores para resolver las dudas. En un curso típico, puede que haya que entregar un par de trabajos (que tendrán fechas fijas), pero el resto del tiempo, se puede administrar uno el tiempo como le dé a uno la gana. Es decir, no se trata de estar enfrente del ordenador a horas fijas del días para recibir un
webcast, ni de estar en un chat todos los días, ni, en general, de hacer todo lo que se hace en un entorno presencial, pero con muchos ordenadores y redes de por medio. Es una historia diferente.
En fin, nosotros seguiremos insistiendo. Pero me parece que habrá que empezar por evangelizar, y en eso queda un camino por recorrer.