2006-12-17 21:43
Una vez leí El Ángel Oscuro, de Mika Wartari, sobre la caida de Bizancio. Era una novela bastante bizantina: cientos de personajes iban y venían, y el protagonista principal, cuyo nombre he olvidado, era perejil de todas las salsas, estando en el asalto fundamental a no sé qué baluarte, y en la deposición de no sé qué archimandrita de Constantinopla.
Lo bizantino compite con lo barroco en lo enrevesado, y el ciclo barroco, o al menos la parte que he visto (porque dudo mucho que me ponga a ver más partes en cierto tiempo), viene a ser algo por el estilo. Unos cuantos personajes, que coinciden con los ancestros del
Criptonomicón (uno,
Enoch Root, es directamente el mismo personaje), se meten en una serie de saraos, batallas, deposiciones, y operaciones de almorranas de la realeza. Tiene sus partes interesantes, y partes que lo son menos. Pero son 900 páginas. No hay una trama conductora, salvo lo que le ocurre a los personajes, y no se puede decir que lo que le ocurra a los personajes sea como para no dejarlo. Hay que dejarlo de todas formas, porque, no sé si lo he dicho, son 900 páginas. Tiene episodios muy bien construidos, pero hay otros en los que, simplemente, Neal Stephenson se deja llevar por su avatar Wartariano y te suelta personaje tras personaje, lío tras lío, descripción tras descripción, que te deja patidifuso.
Si, hay ciencia. Las cuestiones trascendentales de la acción a distancia, la conversión de la alquimia en ciencia, y tratamiento popular de principios recién descubiertos en esa época. Pero para eso no hace falta narrar las vivisecciones de perros de Mr. Hooke, ni la operación de cálculos biliares de unos u otros. Creo que, a estas alturas, podría hacerlas hasta yo mismo.
Y también hay temas. El mercurio vuelve una y otra vez, como personaje mitológico, como metáfora de los intercambios comerciales, igual que aparece
Minerva; los personajes son trasunto de dioses mitológicos: Eliza es Minerva, como Enoch Root es Mercurio, el propio Quicksilver. Y Waterhouse todavía no tengo muy claro quién es: creo que Plutón, y así lo mencionan varias veces.
Vamos, que la idea es buena. Pero el libro se hace largo. Quizás por la falta de una sola trama, por los muchos cabos sueltos que deja (y para cuando los coge, ya te has olvidado), por el excesivo barroquismo. Por algo. Pero es largo.
Además, no se parece en nada al resto de los libros de Stephenson. Y no es ciencia ficción. Lo que es ciencia ficción es que le dieran el
premio Arthur C. Clarke. Porque hay elementos de fantasía (mas que de ciencia ficción), principalmente alrededor del susodicho Enoch Root, pero es, mayormente, una novela histórica.
En resumen, que de verdad, de verdad, tenéis que tener una The Pila muy depauperada para echarle mano. Ni siquiera como ficción histórica resultaría sobresaliente: quizás por temática, pero por contenido, uno más del montón.