2007-04-29 18:30
No sé cómo diablos llegó este libro a mi
lista de deseos, pero no estuvo mucho tiempo allí antes de que
Pedro Jorge me
lo enviara. Llevo una temporada con ganas de volver a Japón, aprendiendo a contar en japonés y leyendo cosas, sobre todo desde que leí
Pattern Recognition y
Kafka en la Orilla, así que qué mejor que este libro para alimentar ese interés.
La premisa del libro es clásica: emigrante que vuelve a su país, y recorre diferentes ciudades: Tokyo, Osaka y Hiroshima, reencontrándose con sus familiares, y con los ecos del pasado. Entre capítulo y capítulo, intercala episodios que impactaron en la psique japonesa: la derrota de un púgil japonés de artes marciales,
Kazushi Sakuraba, por parte de
Wanderlei Silva; el ataque de la secta
Aum Shinrikyo al metro de Tokyo, y el discurso radiofónico del emperador Hirohito que dio fin a la IIGM. El amor por el consumo, el miedo a la juventud, las adicciones y el complejo de culpa de dicha guerra y sus reflejos dentro de la familia son lo que componen este libro, que no llega a tener un hilo narrativo, y que parece más un ensayo que una novela. Los capítulos están unidos por los trenes que le llevan de un lado a otro, trenes que, a su vez, son avatares del Japón y unen sus diferentes partes, el este y el oeste.
El libro es, a la vez, más y menos de lo que me esperaba. Es interesante, en todo caso, y si alguno de los dos libros anteriores te gustó, posiblemente te sirva como un buen complemento.