2007-06-03 10:22
Algo debe tener
Londres y su metro cuando tantos libros se le dedican.
Neverwhere, de Neil Gaiman, está inspirado en él, y éste libro también. Pero en ambos el verdadero protagonista es la ciudad y su gente. En este mucho más: 7 minutos de la vida de 253 personas en un vagón de metro que va desde
Embankment hasta Elephant & Castle. Eso está en el sur de Londres,
más allá del río. Y en parte se lee como un libro de viajes, aunque sea sólo por el hecho de que dos de las últimas veces que he estado por allí me he alojado en South Bank, la zona que describe.
Esta historia la escribí en el centro comercial que hay en Elephant & Castle, donde vi los puestos de CDs y de ropa que hay a la salida del metro (un verdadero mercaillo), la
Escuela de Impresión, y las estaciones que describe.
Pero también la gente. 253 describe gente tan diversa como Londres, de todas las razas, clases sociales y condición. Aunque casi todos están en una condición miserable. Los vagones de metro dan una cierta aura de tristeza a la gente que va en ellos, quizás porque, al ser anónimos, dan esa sensación de
falsa intimidad que hace que tu cara refleje tu verdadero estado de ánimo. Porque lo que hace
el libro, que surgió de una página web, exactamente, es describir en 253 páginas el aspecto de la gente, alguna informacion sobre ellos, y lo que hacen o piensan. En 253 palabras (en la versión inglesa) cada uno. Un experimento al estilo
Oulipo, que propone la creación de obras literarias siguiendo un algoritmo. En ese sentido es similar a
Vida, Instrucciones de Uso de Perec, que nos coloca en un bloque de pisos en vez de un metro. Como en éste, el problema es inyectar una narrativa o una trama en una sucesión de descripciones; en este caso se hace a base de las relaciones entre los personajes, y de un evento que se adivina al final del túnel, y del que vamos descubriendo más cosas pasajero a pasajero. De hecho, según vas avanzando en el tren vas avanzando también en las subtramas; Ryman coloca a personajes clave en el mismo tren, de forma que va cerrando esas tramas según vamos llegando al último vagón, el
7.
En resumen, que es un libro interesante. Y no lo digo porque
me lo haya regalado el
grupo AJEC (como a
Pedro Jorge,
fernand0 o
Microsiervos, a quien si les digo que deberían poner un poco más de cuidado en la traducción y la edición; hay algunos fallos que podrían haberse corregido fácilmente revisando el texto con cuidado. Aún así, lo recomiendo, porque es entretenido, se lee en cachos fácilmente deglutibles (lo que lo hace apto para cualquier tipo de circunstancia, inclusive el metro) y, además, es divertido. Lo podéis comprar, por ejemplo, en
Casa del Libro o en
Cyberdark, por ejemplo.
Ah, por cierto, se lo paso a quien lo quiera (pero tendrá que recogerlo personalmente). Si no lo quiere nadie, lo donaré a la biblioteca de Informática.